El LI Trofeo Ciudad de Valladolid, a efectos prácticos, fue un entrenamiento más para Guillermo Almada, que dio minutos de entrada a quieres más los necesitaban y, además, probó algunas cosas sobre el césped. La más llamativa fue sin duda la de Maroto, el canterano, conocido por ser un mediocentro creativo, saltó al terreno de juego de inicio para jugar de lateral izquierdo, una posición en la que nunca había jugado previamente. Lo cierto es que, al menos en esta ocasión, Mario Maroto le puso voluntariedad, pero no brilló desde esta demarcación desconocida para él hasta el pasado miércoles.
El centrocampista cuenta con un gran puñado de virtudes que ha expuesto en Los Anexos desde una edad muy temprana, pero ninguna de ellas parece realmente útil desde el lateral, y menos en el perfil de lateral predilecto de Guillermo Almada, quien, tras el partido, explicó la decisión de probar esta opción. “La idea era que, después de jugar en varias posiciones, ponerlo ahí para que pudiera usar su buena pierna izquierda y sumarse como un volante más en varias situaciones y creo que lo hizo bien a pesar de que no es un puesto que domine mucho. Nos puede dar una mano cuando lo precisemos ahí“, dijo Almada sobre la actuación de Maroto.
Hasta ahora había jugado con distintos roles bajo las órdenes de Almada, con más presencia en la base de la jugada, más de enganche… pero ninguno de ellos era parecido al que tuvo como lateral. Dentro de sus cualidades, como bien menciona el técnico uruguayo, destaca su buen pie izquierdo. Es un jugador con buena visión de juego, calidad y capacidad de ser un director futbolístico. Además, tiene buena llegada en segunda línea y un buen disparo. Nada que ver con, por ejemplo, Garri o Guille Bueno.
La idea de Almada quizás era que se asemejase a lo que en su día fue con Pezzolano Sergio Escudero, pero, para ser ese tipo de lateral o para ser lateral en este Real Valladolid hacen falta otras virtudes con las que Maroto no cuenta. Para cualquiera de las dos funciones uno ha de ser capaz de repetir esfuerzos, tener cierta solidez y conocimientos defensivos, saber perfilarse de una forma determinada y, para proyectar por la banda, una velocidad en las distancias largas. Estas características son necesarias para cumplir en multitud de situaciones en las que Maroto nunca se ha visto.
Maroto, sin minutos desde ‘su’ día ante el Almería
En un momento en el que el Real Valladolid necesitaba más claridad por dentro, Mario Maroto entró desde el banquillo ante el Almería y fue clave para que el equipo se llevase los tres puntos. Participó en la acción que provocó el penalti que convirtió Latasa para poner el 2-1 y sentenció con su primer gol con la primera plantilla en competición oficial. Parecía el día en el que, al fin, tras años de trabajo y de asomarse al equipo de ‘los mayores’, Maroto ya se había asentado como uno más.
Sin embargo, la mala fortuna golpeó al joven, que sufrió una lesión que lo mantuvo apartado unas semanas y desde que se recuperó no había vuelto a participar con el equipo en ningún partido, hasta que apareció en el Ciudad de Valladolid como lateral para sorpresa de todos los que han seguido el desarrollo del futbolista desde las categorías inferiores. Veremos si Guillermo Almada trata de dar continuidad a esta idea en las próximas semanas o si, por el contrario, toma la decisión de mantener a Maroto en las zonas interiores, aunque tenga que seguir aguardando una nueva oportunidad.
⎾2✕3⏋* ▪ FINAL DEL PARTIDO
El Estrela da Amadora se lleva el Trofeo Ciudad de Valladolid en los penaltis#RealValladolidEstrelaDaAmadora @VolvoPalausa pic.twitter.com/sAds0NDoG7— Real Valladolid C.F. (@realvalladolid) November 19, 2025