El centrocampista del Sabadell ha ido a equipo por temporada desde que abandonara el Real Valladolid hace ya tres años

Jueves, once de agosto de 2011. El Real Valladolid, en un improvisado partido de pretemporada a cambio del fichaje de Balenziaga, ejercía de anfitrión ante el Athletic en un particular escenario como El Plantío. Aquel choque sin mucha salsa, típico preparativo a pocos días de que empezara la Liga, tuvo un protagonista para la afición blanquivioleta; Marcos García, alias Marquitos.
El extremo zurdo se erigió como salvador de un Pucela que comenzó perdiendo 0-2, merced de los goles de Toquero e Iturraspe, después de igualar con un doblete la contienda. “Espero que este partido me sirva para ganarme un puesto en el once”, dijo el mallorquín una vez concluido el partido. Poco podría imaginar el centrocampista aquel día el futuro viajero que le esperaba.
Y es que después de una etapa con más sombras que luces con la blanquivioleta, Marquitos ha terminado por transformarse en todo un Willy Fog en esto del fútbol. Después de aquella pretemporada afrontaría su último año como jugador del Real Valladolid con una participación más que discreta –veinticuatro partidos con apenas diez titularidades–, para después agarrar una maleta que haría y desharía en cada mercado veraniego.
A saber; 2012/13, Xerez Club Deportivo, treinta partidos con veinticuatro ocasiones en el once inicial y cuatro goles. Sin duda, una añada mejor que la anterior con el Pucela, toda vez que Esteban Vigo vio en el zurdo una buena inversión. Siguiente, 2013/14, Ponferradina. Veintiocho encuentros con la mitad de titularidades. Algo peor, pero al menos participativo. Así, hasta hoy. 2014/15, destino Sabadell con la Samsonite a cuestas.
¿La realidad? El ibicenco no lleva mejor marcha a las órdenes de Miquel Olmo. En las doce jornadas que lleva el campeonato doméstico, 94 minutos con tan solo una ocasión de comienzo y dos oportunidades desde el banquillo. Willy Fog no parece convencer mucho al entrenador del conjunto catalán, poco interesado en aquella zurda que maravilló en San Sebastián y en Villarreal.
Sí, porque Marquitos, a sus veintisiete años, también tuvo sus equipos antes de pasar tres temporadas en Valladolid, con una de por medio cedido en el filial del Villarreal. Real Sociedad y el equipo amarillo, además de otra etapa en el Recreativo de Huelva, terminan de completar un currículum más que extenso para un jugador tan joven. Nada menos que siete equipos en los últimos diez años, tres en las tres más recientes temporadas.
Todas ellas con un factor en común. El extremo zurdo nunca ha conseguido la suficiente regularidad durante una temporada como para asentarse como titular indiscutible y ganarse la confianza del entrenador, pese a que ha soltado destellos de calidad con cuentagotas que han dejado maravillada a la grada correspondiente. Como muestra, un botón. Es más que probable que no sea titular este sábado, solo un ejemplo más de que este viajero insaciable tiene todavía mucho que aprender.
