La afición aguarda expectante la próxima temporada, por hartazgo y por renovar ilusiones, que en parte podrían pasar porque cuenten más jugadores de la casa

La afición habló en el último partido en casa: quiere más cantera. Cuando salió José, aunque no había muchos, los hinchas blanquivioletas corearon su nombre como clara señal de que desean no ya su presencia, que puede que también, sino la de más jugadores de la casa en el primer plantel. El último signo fue el grito coreado de “más canteranos y menos mercenarios”, sin duda alguna, duro en las formas, pero más que justificado en el fondo.
A sabiendas de que la plantilla experimentará una profunda purga de cara a la próxima temporada, las previsiones de la dirección deportiva podrían variar y podrían ser más de dos o tres jugadores los jugadores, si no ascendidos, al menos sí a tener en cuenta. En este sentido, los favoritos, lógicamente, son aquellos que han contado con minutos durante este curso; a saber: Julio, Ángel, Anuar y José (también jugó Caye Quintana, pero saldrá).
Queriendo o sin querer, este posible cambio se ha podido leer en las declaraciones de Cata, el director de las categorías inferiores. Si hace un tiempo hablaba de dos o tres jugadores potenciales, en su última intervención en #HacemosCantera no quiso dar un número, ni siquiera aproximado. No obstante, esto podría ser simplemente una lectura errónea de su expresión. En todo caso, quienes contaban con una mejor valoración parecían –y parecen– ser José y Ángel, a quienes “se les espera” en el primer plantel.
Para muchos aficionados, una primera aproximación podría darse este sábado frente al RCD Mallorca. Dicen, o creen, que si van a contar la próxima temporada lo suyo es que lo hagan ya, en ese último encuentro, una vez el Real Valladolid se ha salvado. Sin embargo, aunque los cuatro citados y Jorge Juliá están en dinámica de primer equipo, entrenando a las órdenes de Alberto López, cabe recordar que el Promesas terminó su temporada hace dos semanas, por lo que quizá no tengan ritmo de competición.
No obstante, este envite no tiene porqué ser indicativo de nada. Basta con rememorar el último del pasado curso en liga regular, ante la UE Llagostera, en el que actuaron Iván Casado, inédito este curso, y Xavi Carmona y Brian, que luego se acabaron marchando. Como tampoco lo es, de hecho una pretemporada. Lo importante es la apuesta final, real y decidida, no un partido aislado ni palabras bonitas.
La afición bien lo sabe, dado que esto lo ha habido durante las últimas campañas; ocasiones en las que se dice que el primer plantel estará formado por entre dieciocho y veinte fichas profesionales que se completarán con jugadores de abajo. Y luego nada, o más bien poco. De ahí, claro, ese cántico. Y del hartazgo producido por el nulo compromiso mostrado este año por la plantilla el reclamo de que haya más gente de la casa.
Como la pasada temporada, podría darse no solo el caso de que alguno de los que han jugado no promocione, sino incluso que se marche. Aunque este miércoles el Diario de Valladolid asegura que Anuar se quedará, ayer mismo fuentes cercanas al ceutí decían a este portal que no será así. Y con Julio Iricibar no ha habido negociaciones todavía, si es que las va a haber.
Independientemente de nombres, el movimiento se demuestra andando, y habrá que ver en este sentido si el Real Valladolid camina o sigue quieto. Con todo, incluso aunque la apuesta fuera real, se espera que la próxima temporada el presupuesto para las categorías inferiores se vea todavía más reducido, por lo que sería real “sí pero”.
Y el caso es que la afición lo reclama. A veces de oídas o incluso sin conocer, porque después a Los Anexos no van tantos. Aunque es comprensible: el solo hecho de pertenecer a la cantera hace presuponer un mayor sentimiento o hambre que el que muestran o han mostrado otros. Si es así, si quieren más, el tiempo lo dirá. Aunque antes, para que ellos quieran, han de querer otros.
