El centrocampista Mauro Arambarri, es, sin duda, uno de los hombres más destacados del Getafe, pero esta temporada aún más por sus sorprendentes cifras a nivel goleador. José Bordalás cuenta con un gladiador en la medular de su equipo que, además, ha encontrado la inspiración de cara a portería y ya ha anotado más tantos en un curso que en los seis anteriores en el club getafense. Tras encadenar dos años lesionado, el futbolista se encuentra en el mejor momento de su carrera.
El uruguayo se formó en Defensor Sporting – club donde, por cierto, entrenó Martín Varini, segundo de Pezzolano, tras abandonar la entidad blanquivioleta – y, tras un breve periodo como jugador del Girondins de Burdeos sin apenas continuidad, pasó a ser propiedad del Boston River e inmediatamente salió cedido al Getafe. La temporada siguiente, en el curso 2018/19, se convirtió en jugador azulón a todos los efectos.
En su primera campaña en el Coliseum ya gozó de más regularidad gracias a sus cualidades físicas y técnicas y fue importante también en las consecuentes, hasta que en 2022 sufrió una lesión en el tobillo que lo mantuvo apartado durante varios meses de los terrenos de juego, con varias recaídas incluidas. Con la mala fortuna de que, tras recuperarse, tuvo una rotura parcial del menisco externo y uno de los fascículos del ligamento cruzado anterior de su rodilla también se vio afectado.
Su regreso fue triunfal. En la pretemporada de la actual campaña, Arambarri regresó 291 días después en un amistoso contra el Saint-Ètienne en el cual disputó 60 minutos y anotó un gol. Algo premonitorio de cara a lo que tenía por delante. Su primer gol en esta edición de LaLiga EA Sports también sirvió para cerrar completamente el círculo, ya que fue ante el Real Betis, equipo contra el cual sufrió su última lesión.
Arambarri, desde entonces, vio puerta contra el Alavés – en la ida y en la vuelta -, el Villarreal, el Valencia e incluso el Barça, aunque su víctima más codiciada, por el contexto histórico que existía alrededor, fue la más valiosa. El Atlético de Madrid poseía contra el Getafe su particular récord de partidos sin perder ante un rival, un total de 27 encuentros. El pasado nueve de marzo, ambos equipos volvían a verse las carras en el feudo del Getafe. En el minuto 75, Sørloth adelantó a los colchoneros, pero Mauro sacó de dentro su ‘garra charrúa’ para darle la vuelta al marcador con dos goles, en el minuto 88 y en el 92.
¿Cuál fue la clave para este regreso tan contundente? El futbolista tiene claro que su momento de forma actual no se entendería sin su psicólogo. “Me han dado una mano tremenda, alguna duda que otra he tenido sobre si volvería a estar a mi nivel. El psicólogo me dijo que no iba a ser el mismo jugador, sino uno diferente, pero que eso no significa ni mejor ni peor. Ahora disfruto más los entrenamientos, que antes ni siquiera podía, con los compañeros…”, reconoció Arambarri a los micrófonos de COPE tras su doblete al Atleti.
Ahora, el jugador suma ocho tantos y visita el José Zorrilla para enfrentarse al Real Valladolid con la intención de continuar con esta buena racha individual y colectiva. El Getafe ocupa una posición muy cómoda en la tabla clasificatoria y la zona baja está prácticamente olvidada.
“Buen despeje, Arambarri”
Arambarri es, además, uno de los jugadores más queridos por la afición. Aparte de ser un ejemplo de superación, es uno de los ‘antihéroes’ más destacados del ‘Bordalismo’, una imagen viva del característico estilo del Getafe dentro del campo. Desde aquel mítico encuentro del Getafe contra el Ajax de Ten Hag en la Europa League, se ha convertido en protagonista de un meme que ha evolucionado a grito de guerra.

Además, es un término que ya ha acuñado la masa social del equipo azulón para referirse a sus lanzamientos a balón parado. Cuenta con un gran golpeo de balón y eso lo traslada también a los penaltis. Desde los once metros ha mostrado mucha fiabilidad con lanzamientos muy potentes.
Literalmente “buen despeje, Arambarri”.pic.twitter.com/9tSiRUP6XD
— Álvaro Ramos (@AlvaroRamos00) October 20, 2024
 
			