Pese a dominar y disponer de ocasiones, el Real Valladolid de División de Honor vuelve a caer en casa por la mínima

Anda el Real Valladolid de División de Honor disperso. Deseoso de que se acabe la liga, se podría decir, aunque ninguno de sus componentes pronuncien esas palabras. Desde que se quedó sin objetivos por los que luchar en lo que a resultados se refiere, juega con el piloto automático. Llega a dominar y a tener ocasiones, pero, aun siendo a veces superior, esa superioridad no termina de ser neta; no acaba de verse reflejada en el marcador.
Contra el Alcalá volvió a adolecer de un plus, quién sabe si de alma o suerte, que le impidió marcar y sumar al menos un empate. Aquello que tuvo de sobra ante el Real Madrid volvió a faltarle en casa. Chuchi Macón, su entrenador, ofrece su diagnóstico: “El equipo ha querido, quiere y lo intenta, pero no estamos teniendo la cabeza fría y cometemos muchos errores que acabamos pagando”, aseveró.
A su modo de ver, se les están “atragantando un poquito los rivales que vienen a Los Anexos a defenderse”; caso de este último. “En los primeros cincuenta o sesenta minutos hacemos ocasiones para marcar, no marcamos, luego nos encontramos con un gol en contra y no damos con la tecla para poder igualarlo”, analiza el técnico, consciente de que “en esta categoría las ocasiones se pagan” y de que “el equipo mentalmente no está fuerte; cada vez que sufre una adversidad no se sabe reponer”.
Llegados a este punto, solo queda “seguir e intentar sacar los máximos puntos posibles” en las jornadas restantes. Aunque, como hasta la fecha, no será fácil: “No es poner ninguna excusa decir que el equipo es lo que tenemos. Intentamos competir siempre y dar la mejor imagen posible. Sin jugar un gran partido, las ocasiones las hemos tenido nosotros, pero no las hemos marcado”, concluyó un Chuchi Macón que descartó cualquier tipo de polémica con Mayoral, que se retiró visiblemente enfadado tras ser sustituido.
