En plena era de la inflación, donde el carrito de la compra parece pesar más por el precio que por los productos, un youtuber experto en finanzas llamado BaiJavier nos quiere dar trucos para que la compra en Mercadona no esté reñida con el máximo ahorro. Y no, el secreto no está en los descuentos milagrosos ni en los cupones imposibles, sino en aprender a seleccionar bien y seguir una serie de pautas clave.
Y no hablamos de filosofía zen, sino de algo mucho más terrenal, que es saber dónde están los verdaderos chollos que se esconden en los pasillos del supermercado más famoso de España y cumplir con algunas claves para entender cómo funciona la psicología detrás del orden y las tendencias de los supermercados y que pueden servirte para ahorrar. Atento a todo y toma apuntes.
Selecciona estanterías de arriba y de abajo
Según BaiJavier, una de las claves esenciales está en algo que muchos ignoran cuando avanzan por los pasillos del Mercadona. Mientras la mayoría de clientes avanza en piloto automático, Mercadona trata de jugar siempre con la colocación estratégica de sus productos. En este sentido, los empleados de estos supermercados tienen orden de colocar lo más caro y rentable para la cadena a la altura de los ojos y lo que menos interesa vender, escondido en las baldas de arriba o de abajo. Por lo que es ahí, en esos estantes olvidados y fuera de nuestra línea de visión, donde se esconde el tesoro del ahorro en la mayoría de los productos.
En esas dos zonas que el comprador medio ni se molesta en explorar. Abajo, los básicos de marca blanca y los formatos familiares con mejor precio por kilo y arriba, los productos con poca rotación o embalaje antiguo, esos que Mercadona está retirando y que pueden convertirse en auténticos hallazgos. Es, en cierto modo, la versión doméstica de una excavación arqueológica, pero hay que agacharse, mirar con calma y no tener miedo de ensuciarse un poco las manos del ahorro. Y, ojo, que una vez lo entiendes, ya no puedes dejar de buscar gangas por arriba o por abajo.
Aprovecha a ir al Mercadona el sábado por la tarde
El momento también importa. De hecho, te recomienda ir a última hora de la tarde, especialmente los sábados, cuando los empleados hacen el último repaso del día y etiquetan los productos con descuento. Es el equivalente mercadoniano al “happy hour”. Menos glamour que en un bar, pero más rentable para nuestro bolsillo mientras llenamos nuestra nevera.
Ya que en esas horas previas al cierre, especialmente antes de un festivo, se ponen precios de novedad y se trata de liquidar producto, especialmente carne y pescado, puedes encontrar gangas más que llamativas. Claro que para aprovecharlo hay que abandonar la mentalidad rígida de “tengo que comprar exactamente esto”. Si hay filetes de ternera al 50%, quizá sea buen momento para cambiar el menú de pollo por una barbacoa improvisada, pues adaptarse es ahorrar.
Ve con la barriga llena
El último consejo de BaiJavier es más que comprensible, pues vas a entender perfectamente el punto. Ir a Mercadona con hambre es como entrar en una feria con el bolsillo suelto y un peligro constante. En cada pasillo te darás con una tentación detrás de otra. Si el estómago toma el mando, empujándote a meter en el carrito cosas que no estaban ni en tus planes ni en tu presupuesto, olvídate del ahorro.
En el clásico “por si acaso” solemos terminar en una montaña de dulces, snacks y platos preparados que, en frío, jamás habrías comprado, por lo que trata de evitar esta realidad. La compra impulsiva es el mejor aliado del supermercado y el peor enemigo de tu cuenta corriente. Por eso, la primera norma del ahorro empieza antes de cruzar la puerta automática: come algo y lleva las ideas claras.
