No sabemos cómo lo hacen, pero Mercadona es especialista en crear esa clase de productos que compras sin demasiada fe y que acaban colándose en tu lista de la compra habitual. Y es que eso es exactamente lo que ocurre con la focaccia con tomates cherry Hacendado. Es una de esas sorpresas agradables que los supermercados de Roig esconden entre sus estanterías. Un producto que no tiene nada de pretencioso pero que funciona casi siempre para una comida rápida y sencilla.
Apenas es sacarla del envase, meterla un par de minutos al horno y, de pronto, la casa se traslada a Italia, con un olor maravilloso de pan recién hecho. Una focaccia de preparación sencilla, sabrosa y con ese punto mediterráneo que te reconcilia con la existencia. Además, lo del sabor de Italia no es solo un decir. La empresa F.lli Tosoni S.p.A., italiana, es la encargada de hacer esta focaccia que Mercadona te acerca a la mesa y que está pensada para quienes quieren comer bien sin mover un dedo en la cocina.
Esta focaccia no es más que un tipo de pan fino, con textura muy esponjosa, dorado en la superficie y tierno en su interior y muy crujiente. Además, los tomates cherry asados son protagonistas absolutos de un plato saludable y equilibrado, que no llena demasiado y que, además, te enamorará por su sencillez. De hecho, su aspecto es tan natural que cuesta creer que lo hayas comprado en el supermercado en vez de hacerlo, con paciencia y paso por paso, en tu propio horno.
Además, el precio también es muy competitivo, pues lo puedes comprar en tu Mercadona de confianza por sólo 1,90 euros por 160 gramos de producto. Una porción perfecta para dos personas que tiene la ventaja de poder aguantar fuera de la nevera gracias al envasado en atmósfera protectora, que facilita ese plan B tan necesario siempre en casa para no tener que cocinar o pedir algo de comida a domicilio.
Ingredientes naturales y sabor suculento gracias a Mercadona
Hay muchas cosas que te pueden llegar a conquistar de esta focaccia, pero lo mejor es lo natural de su propuesta e ingredientes. Sin conservantes extraños ni ingredientes que puedan dejarnos dudas, lo cierto es que lleva lo que llevaría cualquier focaccia hecha a mano: harina de trigo, agua, levadura, aceite y sal. Más los tomates cherry, claro, que van acompañados con los tradicionales orégano, la albahaca y el tomillo que no pueden faltar en la focaccia (ni en la cocina italiana en general). Un pedazo de Mediterráneo para llevártelo a la boca en forma de pan.
Es por eso que, a nivel nutricional, tampoco te llevas sorpresas a pesar de que el pan siempre tiene un alto contenido en azúcares. Algo menos de 280 calorías por cada 100 gramos, de los cuales cuenta con 10 gramos de grasa y 6 de proteína. Es por eso que, a pesar de lo razonable de los productos empleados, no se trata de un alimento que debamos consumir a diario, pero sí puede ser ese recurso sencillo para comer algo sabroso y diferente sin caer en ultraprocesados. Y, ojo, cabe recordar que es pan, y, como tal, contiene gluten, además de trazas de leche, frutos secos o sésamo, así que es importante que los alérgicos deberán abstenerse de este placer.
Y, atención, consejo. Cuando vayas a cocinarla, añade un chorrito de aceite de oliva virgen extra para darle un toque que lo cambiará todo. El sabor de la focaccia se intensifica y la textura es escandalosa. Aunque es evidente que una focaccia Hacendado no pretenderá nunca competir con cualquiera de panadería artesanal, lo cierto es que cumple con nota por ser práctica, sabrosa y económica. Un pedacito de encanto italiano inesperado en tu supermercado de confianza.
