Veintidós fichajes, nada menos, hizo el CD Mirandés en el mercado estival recién cerrado. A la fuerza ahorcan, diría aquel, puesto que Solo Sergio Postigo y Juan Gutiérrez continuaban de la temporada anterior, en un curso más en el que Alfredo Merino se ha visto obligado a reconstruir la plantilla. El director deportivo ha analizado los movimientos realizados en este periodo estival en rueda de prensa y ha reconocido que, a su juicio han acabado cerrando una plantilla “muy del Mirandés”. “Es viva, enérgica, alegre y con mucho corazón. Tenemos capacidad para hacer muchas cosas”, aseguró con optimismo.
Merino valoró positivamente haber conseguido firmar para la portería “a dos jóvenes en propiedad” y tener a “cinco centrales con un nivel muy parejo”, así como “cuatro laterales y seis jugadores en el centro del campo que son de un nivel muy alto”. Asimismo, el Mirandés ha hecho “un esfuerzo para dotar al entrenador de diferentes alternativas” en tres cuartos de campo y en la delantera, donde Fran Justo tendrá hasta cuatro delanteros con aparentemente buen nivel. En resumen, el gerente del área deportiva cree que “habrá tortas por jugar”.

Las comparaciones son odiosas; en el Mirandés, también
Alfredo Merino quiere evitar que “todo el mundo que sienta al Mirandés” haga comparaciones con lo sucedido la temporada pasada, en la que disputaron el play-off de ascenso a Primera. “Hemos bailado, llorado, ganado, saltado… pero todo es pasado. Si alguno no es capaz de dejar de comparar, que lo haga justamente, con los jugadores que llegaron el año pasado, no con los que terminaron”, pidió Alfredo Merino, haciendo referencia al crecimiento experimentado por buena parte del plantel que dirigió tan maravillosamente bien Alessio Lisci.
Por ese mismo motivo, no considera el gestor que sea fácil replicar el modelo que sigue el club mirandesista, si bien esta temporada le ha sido especialmente difícil completar el plantel debido a la competencia existente por los jugadores a los que aspiraba. “El modelo es muy difícil de copiar, porque tiene que ver con lo que hemos conseguido. No hay ningún equipo que ceda a dieciséis jugadores, pero si cede a tres, dos serán los que yo quiero, y otros clubes tienen sus armas y creen que también pueden conseguirlos”, reflexionaba Merino.

Plantilla larga a las órdenes de Fran Justo
Con todo, al Mirandés le ha perjudicado el ascenso de la Real Sociedad B, de donde suele contar con futbolistas a préstamo, y lo que ha hecho, por ejemplo, que hayan arribado a Anduva menos futbolistas vascos de los que suele firmar el director deportivo. “Me ha quedado esa espinita”, indicó Alfredo Merino, que ha visto también a varios equipos optando por vender a sus jóvenes talentos, en lugar de cederlos, y guardarse derechos a futuro. “En ese escenario, el Mirandés no puede entrar”, lamentó, si bien por el camino él consiguió hacerse con los servicios de Salim El Jebari, procedente de Atlético de Madrid, uno de esos clubes.
El culmen del plantel fueron los cuatro futbolistas firmados el último día, Etienne Eto’o, Hugo Novoa, Pablo López y Alberto Marí, hasta completar una plantilla de un total de veinticuatro jugadores. “Necesitamos las suficientes alternativas como para que se conviertan en certezas para el entrenador poco a poco. Estoy contento, porque ha habido puestos en los que hemos tenido que ir a la cuarta o a la quinta opción, pero los jugadores que han venido demostraron que querían estar”, concluyó el director deportivo del Mirandés, para quien el mercado ha sido difícil, pero prolífero.
 
			