El centrocampista valenciano reconoce “falta de concentración” en el gol que supuso el triunfo del Rayo Vallecano; Antoñito, más optimista, piensa ya solo en la Copa del Rey para que el equipo vuelva a demostrar “que sabe reponerse”

Míchel Herrero fue protagonista fatal de la derrota del Real Valladolid frente al Rayo Vallecano. Sería injusto calificarlo como el único responsable, pues fueron noventa y cuatro los minutos que se jugaron y catorce los futbolistas puestos en liza por Sergio González, si bien fue suya la pérdida que se convirtió en la jugada del gol de Medrán y suyo el penalti errado que bien podría haber supuesto el empate.
Como no podía ser de otra forma, con cara de pocos amigos compareció el valenciano al término del encuentro ante los medios de comunicación, a los que reconoció que su fallo en la pena máxima se debía a que Dimitrievski esperó “hasta el último momento ” para tirarse. No dudó en afirmar que si hubiera otro penalti lo tirará de nuevo, puesto que si lo hizo es porque se encontraba “muy bien” y “con optimismo” de cara a la ejecución.
El mediocentro recordó la evidencia de que “el gol en el primer minuto ha condicionado todo el partido” y manifestó que, en su opinión, el Rayo no hizo “nada para ganar”. Algo más autocrítico, explicó que a los blanquivioletas les faltó “concentración” en un “cúmulo de despropósitos” que el rival convirtió “en una buena jugada” y en el gol, que llegó de un modo que “no se tiene que volver a repetir”. “No puede volver a ocurrir”, repitió Míchel con semblante serio.
“Cuando vas por detrás quieres hacer más cosas, te precipitas en los pases y en las acciones… No ha sido nuestro mejor partido, nos ha faltado un poquito más de fluidez, hemos intentado demasiados pases por dentro. Hay que corregir errores”, aseveró, al tiempo que valoró el “buen colchón” con el que el equipo contaba y el que el fútbol les brinde “la oportunidad el miércoles de revertir la situación“.
De ello habló también Antoñito, de sacar “algo positivo”, como positivo fue él en zona mixta. Y es que, a su modo de ver, el Real Valladolid merecía “al menos un empate”, por lo que calificó el penalti de “pena”. “Un punto era positivo, pero hay que pensar ya en la Copa. Hay que corregir y pensar en lo positivo, que es que el equipo ha demostrado que sabe reponerse”, aseveró.
