El técnico del Promesas, satisfecho con la victoria ante un rival de envergadura como el Racing de Ferrol, reconoce que “no se trataba de ser brillantes y sí de ganar”

El Real Valladolid Promesas consiguió en la mañana de este domingo una victoria vital ante un rival, el Racing de Ferrol, que no le puso las cosas nada fáciles. Por ello su técnico, Miguel Rivera, no puede estar más que orgulloso de sus jugadores.
“Quiero dar mi enhorabuena a estos chavales que soportan a un entrenador que les exige y les aprieta. Están trabajando y peleando muchísimo porque sienten que no es justo todo lo que está sucediendo. Esta victoria nos va a dar energía y tranquilidad porque seguimos vivos: estamos en coma, pero no muertos”, aseguró el técnico.
Para conseguir esos tres puntos, el filial ha mostrado su versión más práctica. “No se trataba de ser brillantes y sí de ganar porque nos hacía mucha falta. Hemos hecho un partido muy serio ante un grandísimo rival, el equipo ha sabido competir sabiendo que no íbamos a regalar ninguna ocasión más porque teníamos un resultado que nos daba mucho oxígeno”.
En esa tesitura, Rivera considera que el resultado ha sido “corto para los méritos que ha hecho el equipo” y destaca la calidad de sus jugadores. “Clasificatoriamente tenemos problemas pero con la pelota tenemos mucha calidad. Lo que estamos intentando es, desde una idea más práctica, entender que hay zonas del campo en las que no podemos ni perder ni regalar el balón”, apuntó.
La victoria cobra aún más valor si se tiene en cuenta que el Promesas llegó a esta cita con innumerables bajas. “Corral tenía problemas en la rodilla, Dani Vega estaba con lumbalgia, Álex aunque va mejorando sigue con problemas, Raúl también estaba tocado, Javi Pérez tenía cinco tarjetas… El mérito de estos chavales recae en que están trabajando tan bien que hacen olvidar a los jugadores que en otros momentos han sido importantes“, explicó Rivera.
Ante las ausencias sensibles y conocedor del peligro ofensivo del Racing de Ferrol, el técnico trabajó durante toda la semana para que hombres como Porto, que entró en sustitución del amonestado Cobo, pudieran jugar en posiciones no habituales sin desentonar. “Teníamos unas circunstancias súper difíciles y se trataba de corregir esa debilidad que habíamos mostrado defensivamente. Porto había hecho todos los entrenamientos como lateral porque Cobo ha estado también toda la semana entre algodones al ir muy cargado de abductores”, señaló.
Con todo, el filial blanquivioleta compitió y, esta vez sí, el esfuerzo tuvo su recompensa. “Cometemos errores por la falta de experiencia y la juventud pero es normal. Tenemos que pelear contra todas esas cosas y es cierto que en noviembre no hemos tenido suerte a pesar de nuestros méritos. No nos quejamos y no miramos atrás: solo pensamos en competir, en mejorar y en seguir creciendo“.
Aunque Miguel Rivera quiere disfrutar, al menos hasta el lunes, de esta victoria vital, es consciente de que el próximo partido ante la Gimnástica Segoviana es una nueva final. “Vamos a disfrutar porque hace mucho tiempo que no saboreábamos esto, que ha sido muy difícil, y ya en frío miraremos qué cosas podemos mejorar. Vamos a salir a ganar porque nos hace falta, si somos capaces de conseguir esos tres puntos vamos a estar en una situación que a lo mejor hace dos meses no nos imaginábamos“, sentenció.
