El CD Mirandés está a dos pasos de la gloria. Exactamente, a 180 minutos de culminar una obra que es, ya, un milagro, después de aquello tan manido pero que merece la pena ser recordado: el verano pasado, a falta de dos semanas para el inicio de LaLiga Hypermotion, llegó a suspender un amistoso por no tener jugadores suficientes. Los que vinieron después, a la vista está, fueron un acierto de Alfredo Merino, que ha conseguido poner en manos de Alessio Lisci un plantel mágico; histórico, ya, pase lo que pase en la final del play-off de ascenso a Primera.
El incontestable triunfo por 4-1 frente al Real Racing Club en la vuelta de las semifinales, en un Anduva atestado, ha puesto en disposición de completar la gesta al cuadro jabato, a quien ‘solo’ el Real Oviedo separa de a gloria. Casi sin tiempo que perder (o que descansar), el Mirandés recibirá al conjunto carbayón en su casa este domingo, 15 de junio, a partir de las 19:00 horas. La vuelta se disputará en el Carlos Tartiere el sábado 21 a las 21:00 horas.
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— Club Deportivo Mirandés (@CDMirandes) June 12, 2025
Un milagro cocinado en dos actos
Bien sabido es lo que ocurrió aquel 1 de agosto de 2024, cuando el Mirandés suspendió el amistoso que iba a jugar en su estadio frente al RCD Mallorca. Sin embargo, más lejos queda otra fecha más desapercibida, pero que igualmente marca la historia de lo que están viviendo el club mirandesista y su afición -sobre todo- en este final de temporada. Se trata, concretamente, del pasado 2 de junio de 2024, un día agónico y de sensaciones bien distintas.
Aquel domingo, Anduva celebró un objetivo muy diferente al que persiguen hoy sus futbolistas: una sufrida permanencia en LaLiga Hypermotion contra el Amorebieta, en un choque fatídico en el que quien perdiera se iba de cabeza a Primera RFEF. Un tanto de Gabri Martínez, hoy jugador del Sporting de Braga, superada la hora de juego, permitió a los rojillos suspirar de alivio por su sexta campaña consecutivo en Segunda División (récord del club).
El contraste es tal que el Amorebieta acaba de encadenar su segundo descenso seguido y jugará el año próximo en Segunda RFEF. Pese a la victoria, se puso en tela de juicio la continuidad tanto del entrenador, Alessio Lisci, como del director, Alfredo Merino, que tenían un año más de manera automática por mantenerse, pero también desgaste a las espaldas después de una segunda vuelta con números de descenso. Al final, ambos se quedaron.
¡Final! en #Anduva ❤️
¡VAMOS! ¡VAMOS! ¡VAMOS!
¡LO CONSEGUIMOSSSSSS! #CDMirandés 1️⃣ – 0️⃣ @SDAmorebieta #MirandésAmorebieta
#LaDécima ❤️ #AúpaMirandés pic.twitter.com/LRTlhqqBaU— Club Deportivo Mirandés (@CDMirandes) June 2, 2024
Más nombres propios del Mirandés
Indudablemente, los de Lisci y Merino son dos de los nombres propios de la histórica campaña mirandesista, si bien, en el césped, hay algunos más que sobresalen. Dentro de una plantilla con múltiples cedidos, política que en el club ya es tradición y que es un método de supervivencia que conjuga la proyección que ofrece a jugadores jóvenes y por mostrarse con algún que otro veterano que aporta su dosis de experiencia al vestuario, entre estos están los Raúl Fernández o Sergio Postigo de turno, que acompañan algún jugador en propiedad como Reina o Lachuer.
Con permiso de estos dos, los prestados ofrecen calidad a raudales; desde un Hugo Rincón que ha brillado con luz propia en la eliminatoria contra el Racing hasta Urko Izeta, delanterazo de la i a la zeta, que es especialista en inaugurar marcadores, cosa que ha hecho en todos y cada uno de los encuentros en los que ha marcado (doce), salvo en uno (en el que, no obstante, sí hizo el primer gol de su equipo). Además, el ‘Rey Urko’, que alcanzó la quincena de goles este jueves, es talismán, puesto que once de esos partidos han sido victorias y solo uno empate.
Junto a ellos, destacan otros futbolistas como Gorrotxa, el mejor mediocentro de la categoría y futuro sustituto indubitado de Zubimendi en la Real Sociedad, o como Panichelli, un genio encerrado en el cuerpo de un ariete de 187 centímetros al que Jorge Mendes pretende colmar de dinero (como al Deportivo Alavés, propietario de su pase) con un traspaso millonario este verano. Eso sin olvidarse de actores secundarios como Egiluz, Iker Benito o Joel Roca, a quienes, como a los anteriores, la Primera División espera, suba o no el Mirandés.
