El fútbol portugués, de un tiempo a esta parte, ha cobijado a varios ex del Real Valladolid. Lo hizo con Tunde, con Isra Salazar -quien ha vuelto a España, pero todavía no ha podido debutar en el Eldense por una grave lesión de rodilla-, con Manu Pozo y, más recientemente, lo ha hecho también con Moha Moukhliss, quien recaló durante el pasado verano en el Vizela de la segunda división lusa. El mediocentro, de hecho, está destacando en estos primeros meses en la Segunda Liga, hasta el punto de haber sido nombrado el mejor jugador en su posición del pasado mes de octubre.
A sus 25 años, podría decirse que a Moha le ha costado encontrar su sitio. Lo tuvo en el Real Madrid, en cuyas categorías inferiores destacó hasta ser internacional sub-19 por España, y también en el Real Valladolid Promesas, en el que militó durante dos temporadas y fue importante; menos en la primera, la 2020/21, en la que, a las órdenes de Javi Baraja, disputó veintidós partidos (solo tres completos), que en la segunda, en la que, con Júlio Baptista como gran benefactor, disputó 36 de las 38 jornadas de la Primera RFEF de la que el filial descendió al final de la 2021/22.

Su asiento en Primera RFEF
Después de bajar, en una campaña en la que no terminó de brillar (a decir verdad, nadie lo hizo; si acaso, los más jóvenes, los Aceves, Fresneda, Torres y compañía de los cuales hoy hay varios en el primer equipo), Moha se fue al Andorra, con el que jugaría en LaLiga Hypermotion durante los primeros meses de la siguiente campaña. Tras estos, emigró al Barça Atlètic, donde jugó un año y medio, alcanzando en el segundo curso, el completo, incluso la capitanía. Fue aquel un gran filial, en el que jugó por subir a Segunda División, aunque sin éxito. Y, superados ya los 23 años, se marchó al Murcia, donde compitió la temporada pasada.
En el cuadro pimentonero, Moha no acabó de arrancar, y aunque rozó los 1.800 minutos, el equivalente a veinte encuentros, Fran Fernández, quien fue su entrenador, no terminó de hacerse con un sitio ni en los momentos en los que más falta de fútbol tenía el Real Murcia, donde el hispano-marroquí peleó también, como había hecho con anterioridad, por dar un salto negado al fútbol profesional, entendiendo por este las dos primeras ligas del balompié patrio. Fue por ello, quizás, que, llegado el momento, optó, como tantos otros, por emigrar hacia el país vecino.
Magia para pautar o meio-campo do FC Vizela!
Moha Moukhliss é o ́ ̂ na #LigaPortugalMeuSuper escolhido pelos treinadores #FCV pic.twitter.com/Gp1iv02l2a
— Liga Portugal (@ligaportugal) November 11, 2025
Moha busca su sitio
En este transitar, y en esta búsqueda del sitio que por talento seguramente le correspondía hace tiempo (aunque la falta de consistencia o regularidad le penalizase en algunas fases), recaló en el Vizela, un equipo que ha estado recientemente en la Primeira Liga, y los primeros meses difícilmente podrían haberle ido mejor. Así, comenzó con buen pie, ejerciendo como asistente en las cuatro primeras jornadas del campeonato, y más tarde incluso ha sido capaz de marcar dos goles, una faceta en la que no siempre había podido brillar (es más: iguala ya su mejor registro como sénior).
No solo eso, sino que el gol que le marcó al Leixões, primero de los dos que lleva, fue nombrado como el mejor del mes de septiembre del Vizela, después de que aprovechase una mala entrega de la defensa rival para picar el balón por encima del portero. Su segundo reconocimiento ha llegado al ser nombrado el mejor mediocentro de la Segunda Liga en octubre, en el que su equipo no ha carburado (cuatro puntos de nueve), pero él sí. Y, dado que tras once fechas, es uno de los futbolistas más utilizados por su técnico, lo logrado en el último mes puede ser solo el principio de un Moha cuyo Vizela trata de pugnar por el ascenso…
