El capitán del Real Valladolid explicó cómo se siente el vestuario después de la permúta de entrenador a falta de ocho jornadas para acabar la temporada
Segundo entrenamiento dirigido por Sergio González con la mente más puesta que nunca en el Sporting de Gijón. La plantilla del Real Valladolid trabajó este jueves en doble sesión y en la matutina ya se pudo ver a Deivid tocar balón, sin duda, una buena noticia tanto para el técnico como para el equipo. Cotán continúa lesionado y no participó, al igual que Pablo Hervías, con descanso programado.
Al finalizar la sesión, Javi Moyano habló sobre la nueva situación dentro del vestuario y explicó que tanto cuerpo técnico como los jugadores están muy ilusionados por los ocho partidos que quedan para poder optar a play-off. Como era evidente, el capitán contó cómo asume el vestuario la marcha de Luis César -de la que no quiso comentar nada- y la llegada de Sergio González. Moyano afirmó que no tienen “miedo” a “las nuevas ideas” ni al “aire fresco”.
Asimismo, comentó que es “difícil” notar un gran cambio en “tan poco tiempo”, pero lo que ya se ve es la “ilusión y las ganas” con las que viene. “El futbolista que está jugando se vuelve a reactivar y el que no juega ve un clavo al que agarrarse. A corto plazo siempre resulta porque el jugador aumenta las prestaciones y el nivel porque quiere demostrar al que acaba de llegar que puede jugar”, apuntó con respecto a las posibilidades de quién jugará.
Porque juegue quien juegue lo importante es que el equipo gane para entrar en play-off. “Nosotros vemos posibilidades reales, no va a ser fácil porque hay diez equipos peleando por seis posiciones pero tenemos claro que nosotros nos enfrentamos a rivales directos en casa donde somos muy fuertes”, remarcó, sin dejar de obviar que el “déficit” del equipo está a domicilio.
Una de las razones del cambio de técnico podría ser esa: mejorar fuera de casa. Javi Moyano opina que se ha dado porque desde la directiva creerán que “se puede hacer mejor de lo que se está haciendo“. “Se produce o quiero creer que ha sido pensando en el rendimiento a corto plazo en estos ocho partidos”, subrayó y todo por el bien de “este equipo”. Como suele ser habitual en estas situaciones, el jienense apuntó que “jugadores y entrenadores” están “sujetos a los resultados” y que el trabajo se valora “injustamente” por ellos.
Lo pasado, pasado está ya y solo queda mirar para delante con el mensaje que transmite Sergio González. “El primer mensaje ha sido positivo, de ilusión y ganas. El mensaje es claro de que hay tiempo, estamos en una posición donde hay que hacer un esfuerzo para sacar cinco o seis partidos y ellos vienen con tanta ilusión que es lo que transmiten. Ahora nosotros nos tenemos que reciclar y adaptarnos a lo que nos dicen”, añadió, con la “plena confianza” que hay desde la cúpula hacia la plantilla.
El líder para medir al Real Valladolid de Sergio González
Sergio González tendrá solo cinco entrenamientos para calibrar a sus nuevos jugadores antes de medirse al Sporting de Gijón. En los dos primeros, el técnico catalán trabajó “a nivel defensivo” tal y como explicó Moyano en la comparecencia. El capitán apuntó que será ese el “punto de partida” para “crecer” y reconoció que todavía no les ha comentado el esquema que pondrá en liza ante los asturianos.
¿Y jugará el lateral diestro con el nuevo míster? Es una pregunta que ni el propio jugador sabe responder, pero sí sabe que dará todo tanto dentro como fuera. “Mi rol lo he tenido claro desde que llegué y es el de tratar ayudar desde la posición que sea, incluso desde la grada. Todos podemos sumar”, arguyó.
Hasta el mismo domingo no se sabrá el primer once de Sergio González, pero se conoce la importancia del encuentro por todo lo que significa medirse al Sporting de Gijón, actual líder de Segunda. “Es una situación que no nos resulta extraña porque recibimos al Huesca y al Rayo en muy buena racha. Vendrán en buena dinámica, con muchas virtudes, pero sabemos que hacemos bien las cosas en casa y tenemos que explotar sus defectos. Va a ser un partido muy bonito donde todos queremos jugar”, dijo, a la vez que intentó poner en valor que una victoria volvería “a enganchar” a los blanquivioletas.
El partido de por sí ya tiene suficientes alicientes, pero la etapa actual que atraviesa el Real Valladolid hizo que Moyano se tomara ciertas reticencias a la hora de hacer un llamamiento a los aficionados. “Por todas estas situaciones es difícil pero sé que sin hacerlo, ellos son conscientes de la necesidad que tiene el equipo de que estén en nuestro lado. Se avecina un gran partido y ellos querrán ver a su equipo a ganar. Sobre todo que haya respeto y ojalá podamos celebrar una victoria”, finalizó.