Manuel Retamero analiza la fácil victoria del Real Valladolid en Los Pajaritos.
Paso importante el que dio el Real Valladolid el pasado domingo en Los Pajaritos. Se daban muchos ingredientes para esperar una tarde-noche de emociones para ambos equipos, pero fueron más emociones muy positivas para unos y bastante más negativas para otros.
Era un derby con estadísticas de muchos goles, al que el Numancia llegaba después de hacer muy buenos resultados en casa, incluso teniendo en mente meterse en los play-off a partir de una victoria al Real Valladolid, que venía de empatar en casa ante el Almería y necesitaba sumar tres puntos más para seguir con opciones de recortar distancias con el Celta y optar por los puestos de ascenso directo, además de querer reencontrarse con el gol, ya que en partidos anteriores la puntería parecía no encontrar el centro de la diana.
Gran decepción de los numantinos y buen resultado al descanso
El inicio del partido fue más del Real Valladolid, que llevaba la iniciativa tras encontrarse un rival a la espera, con orden, pero que no creaba muchos problemas. Sólo a balón parado podíamos preocuparnos un poco. Quizá se esperaba más de ellos, y es que los rivales que va teniendo el Real Valladolid le tienen demasiado respeto, hecho que lleva al despiste y a no ver por donde ganar al rival. No obstante, es cierto que por nuestra parte el protagonismo no se plasmaba con llegadas claras.
Fue a raíz del primer gol de Javi Guerra -colocado en su sitio para aprovechar los errores del contrario, rápido y preciso como los cazadores de goles- cuando el Real Valladolid encontró ya la manera de crear ocasiones claras y, como se suele decir, abrir la lata. Se vieron llegadas sobre todo por la banda derecha entre Nauzet y Balenziaga.
Trato especial debe tener el segundo gol del partido que anotaba Messi, perdón, quería decir Sisi. Y es que fue un golazo, de esos que dan (o deberían dar) la vuelta al mundo, de los de TOP: presión, se hace con el balón, conducción en poco espacio y con el balón pegado a la bota para poder regatear a cuantos contrarios le salían al paso, ante la salida del portero y con un toque sutil con la parte delantera del pie levantó la pelota del suelo para que nadie pudiera evitar que anotara un gran gol. Gracias, Sisi.
Pero no acaban las alegrías ahí para la nutrida afición vallisoletana, que con sus canticos no paraba de ayudar al equipo y arropar para lograr el tercero tras un rechace que Víctor Pérez sabría aprovechar.
Susto pero no era día para inquietarnos
Respeto había en la previa por un equipo que nos podía inquietar por lo citado anteriormente, por el balón parado y el acierto goleador de Julio Álvarez, que no faltó a la cita con el gol, y aunque por la cabeza pasaba una posible reacción del Numancia, todo quedó en un susto, ya que no se vio un cambio radical del equipo ni el Real Valladolid bajo los brazos sabiendo de la importancia del resultado y de no caer en errores pasados.
Además tuvimos tiempo de ver un nuevo tanto tras una acción inicial de Juanito, que con un gran despeje orientado en diagonal muy profundo, al que Óscar llegaba con un gran esfuerzo y conduciendo por la línea de fondo del costado zurdo, puso en bandeja el cuarto gol a Javi Guerra, que transitaba en el área buscando balón y portería.
Gran victoria que podía haber sido complicada y que fue placida, ante un Numancia del que se esperaba mucho áas y por su respeto hacia el rival y el trabajo de nuestro equipo no tuvo otra que hincar la rodilla ante su público, silenciada por una afición pucelana muy nutrida y ruidosa.
No olvido el trabajo de Álvaro Rubio, que sin duda le está regalando al equipo su inteligencia en forma de ayudas y coberturas, adelantándose a la siguiente acción. En fin, aspectos defensivos que por el estilo de Djukic se necesita mucho; que un jugador así lo vea y lo ponga al servicio del equipo. El siguiente rival, la UD Las Palmas, buscará algo parecido al Numancia. Al Pucela le toca ganar en Zorrilla para tener vida en los play-off.
Gracias a Coco y a Óscar García por hacerme disfrutar de una gran jornada en Soria.