Juan Ignacio Martínez se muestra contento con la victoria ante el Espanyol, aunque pasa página rápido en el anhelo de la salvación y ya piensa en el Real Madrid

Foto: Real Valladolid
Sin tiempo para disfrutar ni recrearse en la victoria ante el Espanyol, Juan Ignacio Martínez compareció en sala de prensa ante los medios de comunicación después del triunfo de su equipo ya con la mente puesta en el encuentro del miércoles ante el Real Madrid. No porque de golpe y porrazo le haya embargado el ‘cholismo’, sino porque a estas alturas ni siquiera tan difícil encuentro se debe desdeñar.
“Hace mucho tiempo decía que tenemos dos caras, que fuera de casa nos falta competir. Estábamos fastidiados porque en Vigo no dimos nuestra medida, llegábamos tocados en orgullo y dignidad y no teníamos ninguna clase de excusa. No había que hablar mucho, había que actuar en el campo ante un rival complicado, que piensa que no está salvado, porque matemáticamente no lo está, y ha competido incluso con un jugador menos”, dijo en relación al duelo vencido, antes de pasar página.
“Contra el Real Madrid, con nuestra afición, el partido va a ser bonito. Sabemos de su dificultad, han llegado a la final de la Champions League con una solvencia aplastante, pero no podemos despreciar ni un minuto de los noventa que hay por disputar“, aseveró un técnico convencido de que “esto es fútbol” y, por ende, “compitiendo de la misma manera” que lo han hecho contra el Espanyol, cualquier cosa puede pasar.
A pesar de salir con cierta “ansiedad” ante el conjunto periquito, el equipo “compitió muy bien”, reiteró el entrenador blanquivioleta. Tuvo la “fortuna” de meter un gol que le permitió tener “un puntito de pausa e ir creciendo con el partido” ante un rival “muy físico”, como lo será también el Real Madrid. No obstante, a pesar de la difícil empresa que será puntuar el miércoles, el Real Valladolid debe jugar “todos los balones como si fueran el último” y “demostrar que quiere estar en Primera División”.
