El Real Valladolid despide la temporada este domingo en casa frente al Colegios Diocesanos en un derbi que podría provocar el descenso abulense

Foto: Sergio Borja
La temporada toca a su fin, como siempre, demasiado pronto en la División de Honor. Todavía en la primera quincena de abril, este domingo, aún día ocho, se disputa el último partido de la competición regular, aquella que disputan la inmensa mayoría. En ella, el Real Valladolid dirá adiós al curso frente al Colegios Diocesanos en horario unificado –las 12:00 horas– y en Los Anexos, donde apenas nadie ha sido capaz de sumar.
El último derbi del año puede tener tintes dramáticos para los abulenses, que necesitan ganar y esperar a que tropiecen sus rivales por la permanencia para mantener la categoría y no consumar su descenso en Valladolid. No les será fácil, lo primero, porque el Divi no está dispuesto a regalar nada, puesto que después de mucho luchar por conseguirla, querrá amarrar la cuarta plaza, el objetivo que se había fijado a nivel clasificatorio y que merecerá siempre que cumpla con su parte hasta el final.
Lograr algo que no se consigue desde 2012 sería el acicate final, aunque no el último aliciente para hacer los deberes, ya que, mirando al futuro, varios jugadores no tienen claro su futuro y, pensando en lo más inmediato, Adrián Herrera y Víctor podrían jugarse el pichichi que ostenta el primero (compartido) con veinte goles, uno más que los hechos por el segundo.
Sin Dali, sancionado después de su expulsión hace dos semanas frente al Leganés, pero con Jairo, que estrenó titularidad la pasada semana, Víctor Fernández contará, a priori, con los mismos jugadores de las últimas jornadas para tratar de poner la guinda al pastel. En la División de Honor no va más. Real Valladolid, Colegios Diocesanos: hagan juego.
