Seguro que muchos de nosotros, cuando éramos pequeños, hemos ido a un cumpleaños y nos han puesto para comer los típicos bocadillos de Nocilla, pero podría ser el final de esa dulce tradición que tanto nos gustaba, ya que ahora mismo se está optando por soplar las velas alrededor de unos platos mucho más saludables compuestos sobre todo por bandejas de crudités, hummus de remolacha y brochetas de fruta. Así que, a esas medias lunas o sandwiches rellenos de chocolate les ha salido la competencia con esta tendencia tan healthy que ha aparecido de repente en el ocio infantil y, con ella, la Nocilla ha pasado de ser protagonista a un recuerdo nostálgico en muchas fiestas.
Lo cierto es que ahora los padres miran con cierta nostalgia, pero también preocupación a los típicos bocadillos de Nocilla, encontrándose ahora con una realidad en os cumpleaños en las que la típica tarta de toda la vida está mezclada con un mundo en el que priman las harinas integrales y sin azúcares añadidos, y donde los dátiles sustituyen a los caramelos. Y es que, aunque esto pueda parecer algo positivo, el debate está servido, ya que una parte celebra la desaparición de la Nocilla como un avance lógico al ser más conscientes de la alimentación que se les da a los niños, otros sienten que se está perdiendo la esencia de la infancia.
Cada vez es más normal pasar de la Nocilla en los cumpleaños
Entre los defensores de esta nueva corriente, el argumento principal es la educación del paladar y la prevención de la obesidad infantil, ya que convertir los snacks en una oportunidad para integrar verduras y frutas en los cumpleaños es una forma de enseñar que comer sano también puede asociarse a un ambiente más festivo y no a los típicos comentarios de “no te levantas de la mesa hasta que no acabes” o al conocido por todos de “si no te lo comes ahora, te lo ponemos de cena”. Así, el hummus, las zanahorias baby y las brochetas de fruta se convierten en unos compañeros más de la celebración, reemplazando de manera consciente a la Nocilla y a otros dulces tradicionales.
Incluso los podcasts y tertulias sobre alimentación infantil se han hecho eco de este fenómeno, destacando cómo los padres se dividen entre quienes aplauden estas mesas healthy y quienes consideran que la Nocilla debería seguir formando parte de la fiesta. Para los primeros, no se trata de prohibir, sino de ofrecer alternativas y educar desde pequeños sobre hábitos de consumo responsables, por lo que el hecho de eliminar la Nocilla del menú es simplemente una adaptación a los tiempos y a la conciencia social sobre la nutrición.
Críticas, nostalgia y presión social
Por otro lado, los críticos aseguran que quitar la Nocilla de los cumpleaños es una exageración que priva a los niños de disfrutar de los placeres sencillos, ya que es muy cierto que un bocadillo de Nocilla, una bolsa de gominolas o una tarta tradicional, de vez en cuando, no hace daño, y precisamente estos momentos forman parte de la memoria y la diversión infantil.
Aparte, muchos padres sienten todo este fenómeno como una presión social, en la que si llevan chuches o Nocilla son criticados por promover unos malos hábitos, aunque si se opta por la fruta y el hummus se les tacha muchas veces de ser muy estrictos o excesivamente responsables.
La cosa es que, al menos en la actualidad, la línea entre lo que es saludable y una comida rica que se puede disfrutar se ha vuelto cada vez más difusa y, aunque la Nocilla ha sido prácticamente un símbolo de cumpleaños y diversión, con todos los cambios que se están viviendo en lo relacionado a la alimentación de los más pequeños, puede que este producto se convierta en un recuerdo, muy dulce, pero un recuerdo al fin y al cabo.
 
			