Con el final del verano y las vacaciones, llega el momento de regresar a los puestos de trabajo y comenzar un nuevo año laboral. La vuelta a la rutina implica obligaciones, y en muchos casos cientos de documentos en el ordenador. Pero antes de resolverlos, muchos trabajadores se encuentran un problema anterior que les impide incluso acceder a su ordenador. No recuerdan las contraseñas.
Un primer obstáculo que, aunque pudiera parecer algo ocasional, es bastante frecuente en todo tipo de personas independientemente de su edad o el trabajo que desempeñen. Sin embargo, estas pérdidas de memoria puntuales tiene una base científica. Según la ciencia que olvides tus contraseñas al volver de las vacaciones tiene una explicación.
Al recordar contraseñas interviene la memoria declarativa
Se conoce como memoria declarativa, aquella parte de la memoria que actúa como un sistema para recordar datos, nombres, números o las propias contraseñas. Nada tiene que ver con la memoria procedimental, la cuál permite a los seres humanos montar en bici o atarnos los cordones de forma automática.
La memoria declarativa necesita en gran medida de la repetición y de las conocidas como “pistas contextuales”; es decir, esta memoria requiere usar la información frecuentemente y en un contexto y entorno que nos ayude a recordarla.
Un fenómeno del siglo XIX
Al mismo tiempo interviene lo que se conoce como la curva del olvido. Un fenómeno estudiado y desarrollado por el filósofo y psicólogo alemán Hermann Ebbinghaus a finales del siglo XIX. Este hallazgo concluye que, si no repasamos y repetimos con cierta asiduidad una información, vamos olvidándola progresivamente en apenas unos días o semanas.
Y las contraseñas son un buen ejemplo de ello. Normalmente se introducen en el ordenador varias veces a lo largo del día o de la semana. Es un mecanismo habitual para poder iniciar sesión cada vez que enciendes el dispositivo, y tu memoria gracias a la repetición, consigue recordarlas sin problema. Pero llega el momento de unas merecidas vacaciones, y a la vuelta después de dos o tres semanas sin teclearla, es muy probable que las claves secretas se hayan esfumado de tu memoria.
La falta de uso es el principal factor, pero no el único. Las pistas contextuales también afectan a recordar o no las contraseñas. Al estar delante de tu mesa habitual de trabajo con el mismo teclado de siempre, la pantalla de inicio de tu ordenador o encenderlo a cierta hora puntual, es más sencillo que tu cerebro recuerde la contraseña. Estos elementos ayudan a comprender el significado de lo que hay alrededor y son una estrategia esencial para desbloquear recuerdos o datos, como en este caso.
Desconexión total en las vacaciones
Diferentes expertos revelan que también existe otro factor psicológico muy importante para explicar el olvido de las contraseñas, el conocido como “reset mental”. Esta desconexión se produce sobre todo durante las vacaciones. El cerebro utiliza esos días de relax para descansar de la rutina y los hábitos asociados al trabajo, incluyendo las contraseñas.
Una realidad muy común que las empresas tienen en cuenta a la vuelta de las vacaciones. No es casualidad que septiembre y enero sean los dos meses con más solicitudes de restablecimiento de contraseñas.
Si eres aquellos de los que al volver al trabajo se te han olvidado tus claves no tienes que preocuparte. No es un signo de mala memoria, sino una consecuencia natural de cómo funciona nuestro cerebro. Además, existen trucos y posibilidades para evitar que esto suceda. Utilizar un gestor de contraseñas, crear combinaciones más fáciles de recordar intentando no perder seguridad o también existe la posibilidad en muchos caso de acceder mediante rasgos biométricos como la huella o el reconocimiento facial.
 
			