Cuatro derrotas en las últimas cinco jornadas precipitaron este fin de semana la destitución de Juan Sabas al frente del Zamora y, sin mayor dilación, Óscar Cano ha sido anunciado este martes como su sustituto. El entrenador granadino ha sido oficializado por el club rojiblanco, en un movimiento que intentará encauzar un proyecto ambicioso, un ánimo que, por ahora, no ha tenido traslado en la clasificación, puesto que después de diez partidos se encuentra en mitad de tabla, lejos de esas aspiraciones de ocupar, cuando menos, puestos de play-off.
No empezó la cosa mal en el Ruta de la Plata. El Zamora no perdió en las cinco primeras fechas, en las cuales, entonces sí, las sensaciones eran, aunque mejorables, buenas. A los dos empates y tres victorias iniciales les siguió una primera derrota contra el Tenerife, líder del Grupo 1 de Primera RFEF, y que destapó la caja de los truenos. Discutido desde bien pronto Juan Sabas, parecía cuestión de tiempo que la propiedad –heredera de la fortuna de Manuel Ruiz de Lopera– tomara la decisión recién anunciada en caso de no redirigir las cosas quien fuera su técnico la pasada temporada.
ÓSCAR CANO⚽️|
Óscar Cano ya está en el Ruta de la Plata⚽️
¡Tu suerte será la nuestra! ¡VAMOS!#VamosMiZamora pic.twitter.com/rRR5Ilwmr7
— Zamora CF (@ZCFoficial) November 4, 2025
Agarrados al perfil y la experiencia de Óscar Cano
El 4-1 encajado en Pasarón contra el Pontevedra acabó por cobrarse la cabeza de Sabas, a quien sustituye en el banquillo rojiblanco un Óscar Cano reconocido por su estilo de juego, propositivo y de juego de posición (ha escrito incluso manuales sobre ello) y que tiene una amplia experiencia como entrenador en la tercera categoría del fútbol nacional, tanto en la Primera Federación, en la que dirigió al Badajoz, al Deportivo de La Coruña o al Sabadell, como anteriormente en la extinta Segunda División B. Así entre una y otra división acumula más de trescientos partidos.
Estos vienen decorados de una estancia en la actual LaLiga Hypermotion: con la desaparecida UD Salamanca la pasada década y, más recientemente, en el Tenerife, al que entrenó el pasado curso, aunque solamente durante cinco partidos. Con todo, Cano tendrá el deber de mejorar los resultados del último mes, así como de dotar de una mayor regularidad a uno de los equipos con mayor presupuesto de la Primera Federación, que, igual que el año pasado, ha hecho un fuerte desembolso con el fin de tratar de terminar lo más arriba posible y, por qué no, aspirar a entrar en el fútbol profesional.