La Copa del Rey encierra historias que merecen ser contadas. Algunas, vividas a medias, como la del Betis CF, que se quedó a las puertas de recibir a un ‘primera’ (le habría tocado el Deportivo Alavés). Otras, como la de Óscar García, encierran curiosidades como la de un periodista que abandona su lugar habitual en la zona de prensa de El Sardinero para desplazarse hasta Valladolid; no para desempeñar su trabajo, sino para arbitrar en la Finca de Canterac.
En su día a día, García Mayo -como hasta hace cuatro días se le conocería como colegiado, antes de la ‘moda’ de nombrarlos por el nombre de pila y el primer apellido- habla en la radio y escribe en Prensa sobre el Real Racing Club, dado que es jefe de deportes en Cadena SER Cantabria y corresponsal del Diario AS. Pero, en sus ratos libres -que sí, también los hay, aunque a veces cueste sacarlos-, ejerce como árbitro desde hace varias campañas.
Un partido, una oportunidad
La designación del Comité Técnico de Árbitros hace saltar la alarma: Óscar García, árbitro de categoría regional en Cantabria, será el encargado de mediar entre Betis CF y CD Getxo en un partido que es una oportunidad para los dos clubes, puesto que pasar la eliminatoria previa de la Copa del Rey tiene premio, aunque también para él y para sus dos acompañantes lo es. Y, aunque el trencilla lo normaliza, puesto que sabe a qué categoría pertenece, también le ayuda a conocer otro fútbol. Uno por el que se interesa los días antes con algún vallisoletano cercano.
Curioso e inquieto, como los buenos periodistas deben ser -y él lo es-, indaga sobre cuánta gente puede caber en la Finca de Canterac o sobre los estilos de juego, sabedor de lo que se cuece en ocasiones entre conjuntos que militan en categorías regionales como a los que va a pitar, pero abierto a comprobar que, efectivamente, tal y como se le apercibe, el Betis es diferente. En la medida de lo posible, porque el fútbol modesto es lo que tiene, lleva todo medido. Durante el partido, puede gustar más o menos, pero no se perciben errores graves o de bulto.
De jugar en Tercera División a la pregunta de “dónde pitas”
Hace cuatro días, como quien dice, Óscar García jugaba también: lo hacía en lo que para alguna de las personas a las que entrevista en Santander pueden parecer las catacumbas del fútbol, en Tercera División o en la Regional Preferente cántabra, en la que pita hoy. Sí, sí; pita ahí, aunque un futbolista de Getxo, al abandonar la Finca de Canterac, le dijera “buena, arbi” y, acto seguido, le preguntase dónde pitaba y si lo hacía en Tercera RFEF. “No, no; soy como vosotros”, contesta él, y se encuentra con la sorpresa de quien preguntó, que vuelve a felicitarle.
No hace tanto de aquello, pero, a decir verdad, atrás quedaron sus partidos, entre otros clubes, con el SD Gama o con el Arenas de Frajanas, entre otros modestos. Volviendo al juego; a los noventa minutos en Canterac: si le piden penalti, él resiste; dice que no y que el jugador se levante. Y si hay una jugada gris -o varias-, pregunta si acertó más tarde. Entretanto, profesionales del fútbol le ven desde la grada y uno dice con inofensiva sorna “¿entonces este no hablará mal de los árbitros, no?”. Tenía sentido; al fin y al cabo, es uno más del gremio…
Lo bonito, y muchas veces impensable, que tiene la vida, el fútbol y esta Copa del Rey.
De narrar sus partidos con el @RealOviedo a jugar contra él dos años después. ¡Un fenómeno, @raulmoro_!
@DiegoBlanco93 pic.twitter.com/SEC7BkZAtK
— Cali González (@CaliGlezL) October 30, 2024
Óscar García, como Cali González
Decíamos antes que la Copa del Rey encierra historias curiosas, protagonizadas por héroes a veces anónimos y otras inesperados, como lo fue en su día Pablo Infante con el histórico CD Mirandés que alcanzó las semifinales en 2012. La del Betis CF no pudo ser una de esas, pero queda el mérito de haber llegado hasta aquí, uno que ya acompaña al Atlético Tordesillas, pase lo que pase contra el Burgos CF. Pronto, según se acerquen los primeros partidos entre equipos modestos y profesionales, los medios de comunicación se llenarán de historias como las suyas.
El pasado octubre de 2024, en la primera eliminatoria de Copa del Rey, un compañero de Óscar García en la Cadena SER, Cali González, vivió una de esas noches mágicas contra el Real Valladolid. Lo hizo en las filas del Astur, en el que militó hasta el pasado verano, cuando decidió colgar las botas, cambiando el micrófono -es responsable de deportes de SER Asturias– por la redonda durante 45 minutos, los que primeros del duelo ante los blanquivioletas, que disputó, con el ‘8’ a la espalda. Cumpliendo un sueño, como Óscar García. Porque sí, los periodistas también soñamos con citas como estas…