El entrenador franjiblanco, de veintinueve años, analiza su primera experiencia en la Regional Aficionado y narra cómo fue la lesión de Nacho, que sufrió una fractura de peroné en una jugada en la que le pitaron penalti en contra
Si que te piten un penalti es frecuentemente visto como un infortunio, el colmo es que, además, te lo señalen en una acción en la que quien sufre la infracción eres tú, que acabas sufriendo una fractura de peroné. Eso le sucedió a Nacho, jugador del Villa de Simancas, el pasado fin de semana, para sorpresa de todo el mundo.
Su entrenador, Pablo Gil, pasó este martes por los micrófonos de #HacemosCantera en Radio Marca para hablar del estado de su futbolista, que se perderá los próximos tres meses de competición, aproximadamente. “Yo personalmente vi que la acción fue falta del atacante, aunque queda en un segundo plano. Lo peor de todo es que lo vamos a echar mucho de menos porque es un jugador importante en el equipo”, confirmó.
El joven técnico de apenas veintinueve años, cogió el verano pasado las riendas de un conjunto emblema en la Regional Aficionado después de serlo todo en el club, hasta capitán del plantel que entrena. Lo hizo “con mucha ilusión”, aun a sabiendas “de que es un categoría difícil” y de que tenía que arrancar un nuevo proyecto con hasta diez bajas.
“Es el equipo de mi vida, por eso lo cogí con más ganas. El club confiaba en mí y no dudé. Hemos confeccionado un bloque bastante competitivo y muy joven, y aunque nos costó un poquillo, hemos cogido una buena racha”, considera, hecho, este, que les permitió alcanzar la séptima posición que ostentan a pesar de lo difícil que les está resultando sacar puntos fuera de casa.
A día de hoy el ascenso es un imposible, con Ponferradina B, Villaralbo, Salamanca B y Peñaranda jugándoselo. Dentro de la igualdad que hay del quinto al décimo, los simanquinos parecen estar en tierra de nadie, pero el objetivo, aunque suene a tópico, es crecer “partido a partido para acabar lo más arriba posible”. “En lo personal puede generar satisfacción y puede ser importante de cara al proyecto. El Simancas siempre ha sido el equipo referente de Valladolid por estar siempre arriba y puede ser un buen escaparate”, alega, bien para dar el salto a un Tercera, como Estévez o Javi León, o para futbolistas que puedan provenir de esa categoría.
Dentro de ese plantel joven se encuentran futbolistas como Juli o Zapa, con los que Pablo jugó, y uno que destaca sobre el resto: Juan Adalia. “No ha venido a pasearse. Es siempre sincero, cuando no está bien lo dice. Nos está aportando muchos goles y mucho juego, pero además da consejos a los más jóvenes y nos ayuda”, confiesa el técnico.
Su sueño, dice, sería “volver a ascender el equipo a Tercera”, algo para lo que necesitaría varios refuerzos. En lo personal, no niega que fuera a ser algo bonito o que pudiera serlo dar el salto él: “Ningún entrenador que está en estas categorías se pone metas, y menos si es joven como yo. Si me dan alguna vez la oportunidad, bienvenido sea”.
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