El técnico del Real Valladolid se mostró muy enfadado con el empate de su equipo y, caliente, dice haber visto que sus jugadores no tienen “nada que hacer el sábado”

Rictus serio, tono duro. No era para menos. Paco Herrera compareció visiblemente enfadado ante los medios de comunicación después de que su equipo desperdiciara dos goles de ventaja contra un CD Mirandés con diez, que terminó quedándose con un punto por una torpeza más de cuantas van en lo que va de temporada.
Aunque entonó el ‘mea culpa’, estas fueron repartidas. Y cargó contra sus pupilos, a quienes vio muy mal durante toda la segunda mitad. “Es algo incongruente que no es fútbol. Cuando íbamos hacia arriba lo hacíamos con peligro, pero el 80% de los pases fueron hacia atrás. No pretendo ser duro; pretendo ser justo”, confirmó el entrenador del Real Valladolid.
El pacense se acordó de los mil desplazados desde la capital del Pisuerga y dijo que habría preferido perder tres a cero, dar una buena imagen y que la afición saliese orgullosa”, hecho que no sucedió. “El año pasado se perdió por cuatro a uno aquí. Si hubiera sido aquel partido y estuviésemos estado presentes todo el encuentro me habría quedado con eso. No puedo decir que el sábado vamos a ganar, porque lo que he visto es que no tenemos nada que hacer“, lamentó haciendo al próximo choque contra el Getafe.
Sin abandonar la dureza, Herrera aseveró que sus jugadores “parecían infantiles” en determinadas ocasiones, ya que no supieron culminar las acciones de peligro que podían haber generado y fallaron una cantidad de pases “que no es habitual en un equipo que quiere y que dice querer estar entre los seis primeros”. ¿Creían acaso que estaba todo hecho? “No lo sé. Aun así, ha habido cinco ataques con tres para uno que han acabado en algo ridículo”.
El punto sirve, no obstante, para entrar en el play-off gracias a los resultados de los rivales. Ni por esas; el técnico no se contenta: “Si el partido hubiera sido de otra manera el punto habría sido magnífico, ya que habríamos estado sextos con un punto por delante, pero no lo es, es una decepción, una derrota que espero que todo el mundo entienda así“, aseveró, casi como advertencia antes de definir el tanto del empate de los burgaleses como “una situación final de un “abandono absoluto” que el Real Valladolid no se puede permitir si quiere ser de promoción.
