El entrenador del Real Valladolid se mostró contento con el juego del primer once del que dispuso ante el CD Toledo y esperanzado con la mejora de aquellos que jugaron en la segunda

Paco Herrera es un entrenador optimista. Normal, principalmente a estas alturas. Sabe que tiene trabajo por delante, pero no lo rehúsa; más bien al contrario. Sabe que “el equipo está por formar” y conoce los tiempos de maduración, de manera que ni siquiera el ser peor que el rival en la segunda mitad de su debut le lastra.
Al técnico catalán le gustó la primera mitad, en la que “los chicos mostraron mucha intensidad e intención”, mientras que en la segunda le gustó “mucho” el Toledo, dijo, incluso sonriente.
Porque sabe que hay tiempo, y que en parte es lo que hay. Tener trabajo ni le asusta ni le preocupa, explicó, y, en todo caso, aguarda que en Zamora se pueda ver “algo más bonito”.
“Si analizamos que en la segunda parte en teoría hay jugadores más titulares, extraemos que hay mucho trabajo por hacer. Así como la primera parte me ha gustado mucho, ver cómo los puntas rompían, había pases y hemos tenido opciones de gol, en la segunda jugamos para atrás, no encontramos pases hacia arriba, éramos previsibles y cuando nos tocaba apretar no apretábamos. Hay cosas que corregir, pero eso es bueno“, ponderó.
Bueno porque queda un mundo. Porque hubo cosas buenas, “al margen del resultado”, y porque “es fantástico que pase ahora, porque hay tiempo para corregir”. Con todo, y aunque no le gustó en demasía lo visto en el segundo periodo, prefirió quedarse con “la intención de ganar” de aquellos que jugaron en los primeros 45 minutos y no quiso demonizar a los demás. “Nos falta encontrar el camino”, concluyó.
