“En casa nos tenemos que hacer más fuertes”, confesaba David Torres este pasado domingo después de que el Real Valladolid sumase su segunda derrota en el estadio José Zorrilla en lo que va de temporada. Y no es para menos, a tenor de los resultados cosechados hasta el momento. No en vano, desde 1972, no se daba un inicio tan pobre del Pucela como local en Segunda División, y sí, por aquel entonces, incluso el estadio era otro. Así, las ocho unidades que ha cosechado hasta ahora el conjunto de Guillermo Almada solo son comparables en medio siglo con el equipo de la temporada 1972/73, que entrenaba José María Martín Rodríguez.
Por aquel entonces, cabe recordar, las victorias valían dos puntos, por lo que, en puridad, la cosecha fue menor: de solo siete, fruto de un triunfo y cinco empates, que, trasladados a la actualidad, y al tipo de puntuación que entró en vigor hace ya treinta años, cuando la FIFA emplazó al resto de ligas del mundo a seguir el ejemplo de la inglesa. Entonces, el Real Valladolid se impuso en su antigua casa al Cádiz (1-0) y empató frente a Hércules (1-1), Sabadell (1-1), Real Racing Club (0-0), Sevilla (1-1) y San Andrés (1-1).
Pezzolano subió con solo dos derrotas en casa
Las comparaciones son odiosas, dicen, y no se trata tampoco de eso, pero si uno tira de hemeroteca, encontrará a Paulo Pezzolano como protagonista del precedente más cercano en el tiempo. En una temporada 2023/24 que estuvo marcada por los gritos de “Pezzolano, dimisión”, el técnico uruguayo, compatriota de Almada, subió tras perder dos veces… en todo el curso. ‘El Papa’ -recientemente destituido del Watford– cosechó en los primeros seis partidos en casa en LaLiga Hypermotion hasta trece puntos de dieciocho. Luego, pese a los cánticos, logró edificar un fortín en un Zorrilla donde el Real Valladolid siempre suele alcanzar dobles dígitos en ese tiempo.
Así lo supo hacer Pacheta también. Es más: así lo hicieron hasta Luis César Sampedro y entre Gaizka Garitano y Miguel Ángel Portugal. Por muy funestas que fueran las temporadas en Segunda División (la de Luis César es verdad que acabó en festejos, pero con Sergio González al mando), las huestes vallisoletanas siempre defendían el fuerte consiguiendo puntuar más que el actual Pucela. No obstante, como quiera que la línea es muy delgada a veces entre la victoria o un resultado peor, cabe recordar que en la 2016/17 y en la 2015/16, como ahora, hubo dos derrotas en los primeros seis partidos de los blanquivioletas ejerciendo como equipo de casa.
Dobles dígitos y, a la larga, sin demasiadas derrotas
En esos últimos cincuenta años que hace desde que el Real Valladolid cosechó unos números equiparables en el inicio en casa a los de esta campaña, ha habido bagajes de todo tipo, aunque siempre con más de diez puntos -o con resultados que hoy los darían-. Si uno presta atención a las derrotas, más allá de la mención a Pezzolano, se puede comprobar cómo las dos actuales son la mitad o más de los últimos cuatro años en la categoría, pues en la 2021/22 hubo tres y en la 2017/18 y en la 2016/17, cuatro.
Para ver más hay que remontarse un poco más atrás en el tiempo, hasta la temporada 2015/16… aunque es mejor ni imaginar al Real Valladolid perdiendo seis veces en casa este curso… Así, en lo que va de siglo, los blanquivioletas siempre han estado en una horquilla de entre dos y siete derrotas en el estadio José Zorrilla; estas últimas, las de la funesta 2004/05 que a puntito estuvo de costar un disgusto en forma de descenso a la ya extinta Segunda División B.