Manuel Retamero analiza las claves de la derrota del Real Valladolid ante el Córdoba.
Esta vez el que el partido fuese fuera de casa no fue problema para verlo in situ. Pude hacerlo en una de las butacas en El Arcángel, y con muy buena compañía. Amigos seguidores del Real Valladolid y que compartimos una misma pasión, el futbol. Vimos como iban pasando los minutos y con cara de asombro nos preguntábamos si realmente era cierto cómo veíamos a uno y otro equipo.
Mal empezamos
Primeros minutos de asedio del equipo local con presión adelantada, provocando pérdidas de balón en zonas en las que fácilmente tanto Patiño, López Silva, Javi Hervás, Borja García, Caballero nos creaban problemas y en unos minutos sacaban tres corners y una ocasión que acababa golpeando en el palo.
Hasta que una de esas ocasiones la aprovechó Patiño para hacer el primer gol, tras un desorden en la banda izquierda que provoca que el pase al espacio y a la espalda de nuestro lateral lo pueda cazar su nueve, que con rapidez definió al lado derecho de la portería defendida por Jaime. Cumulo de errores la presión, la basculación, la cobertura, el marcaje…
Hubo alguna llegada al área rival del Real Valladolid pero sólo una muy clara de Óscar y alguna caída dudosa de Javi Guerra dentro de área. Ese pequeño bagaje fue lo que nos dejó la primera parte, con pequeñas presiones en los costados que poco beneficio nos dieron.
Paco Jémez hizo los deberes
No vimos el dominio local de la primera parte que todos deseábamos que durara lo que duró en el partido de ida y que al final hincaran la rodilla y nos cedieran todo el protagonismo a nosotros para obtener los tres puntos, ya que el Córdoba aprendió la lección, y con Paco Jémez al frente vimos cómo habían estudiado a nuestro equipo y trabajado a la perfección para no repetir errores en Zorrilla y seguir teniendo opciones de estar en los puestos nobles de la tabla, puesto que las opciones para el Córdoba pasaban por ganar al Real Valladolid.
Economizaron el desgaste durante los noventa minutos sin dejar respirar al contrario y así no darle mínimas opciones, ya que tiene mucha calidad y en cualquier despiste podría hacer un gol como pudimos ver frente al Alcoyano. Era otro aspecto clave que tuvo muy en cuenta el míster local.
Otro aspecto que tuvo que trabajar mucho el Córdoba fue el táctico, y es quitar el balón al contrario y saber qué hacer con él no es una tarea nada fácil. Una de las cosas que necesita un equipo es presencia, y Paco Jémez lo plasmó creando superioridad numérica en la zona de creación. 1-4-3-3, ése fue el dibujo inicial, con jugadores muy comprometidos y aplicados a la hora de moverse tanto defensivamente como ofensivamente.
Más de lo mismo
De la segunda parte podíamos decir que fue como la primera pero la ocasión fue de Javi Guerra al final del partido y la intensidad inicial de Manucho.Por lo demás, de nuevo el Córdoba dueño y señor del partido, que nos haría el segundo gol con la firma de Borja para así plasmar una gran superioridad que no supimos contrarrestar en ningún momento.
Sinceramente, se vieron errores repetidos en otras ocasiones y esto es lo que le debe preocupar al míster.
Debe analizar, aplicar y trabajar para que no se repitan más. Porque esperemos sea un tropiezo pequeño y que no se vuelva a repetir, no ante al Girona -próximo rival, con quien es obligado a ganar en casa-, sino que debemos ver la mejora en los siguientes partidos y darle continuidad. Evitar, en definitiva, que el pequeño tropiezo en El Arcángel sea grande.
En cualquier caso debemos dar un voto de nuestra confianza al equipo desde el primero al último, porque están haciendo bastante para el año que se está dando en lo extradeportivo.
Por cierto, el Sojo y el churrasco para no olvidar. Gracias a mis compañeros de viaje Óscar García, Juan Arranz, Chus Rodríguez, Diego Lozano y en especial a Coco.
