Es pescado frito es delicioso, sobre todo cuando se trata de un pescado blanco, que a menudo necesitan un extra de contundencia y sabor. Pero muchas personas cometen un error al preparar el pescado frito, ya que se saltan la harina. En la sección Gurmé de abc.es han explicado cómo debería hacerse el pescado frito para que sea irresistible.
Una receta que es genial para cuando se tienen invitados e invitadas y como plato principal, pero también para tus hijos o hijas si les cuesta comer pescado a plancha porque no les gusta o para darte un capricho.
La forma de hacer el pescado frito
Como hemos dicho, hay quienes se saltan la harina a la hora de preparar el pescado frito. Esto es un gran error, ya que precisamente es este ingrediente el que hace que todo sea diferente. No es suficiente con el pan rallado, sino que la harina juega un papel fundamental en esta receta y vamos a ver por qué.
Aunque haya quienes vayan directamente al paso del pan rallado y el huevo, hay que tener en cuenta que la harina es la que hace que la capa de pan rallado se fije bien por todo el pescado frito.
Si este paso no se hace con cuidado, puede que sin harina el pescado frito pierda por partes el pan rallado incluso una vez hecho o haya zonas del plato que hayan quedado sin empanar. Este es el orden correcto para preparar el pescado frito o cualquier otro alimento que se quiera empanar:
- Pasarlo por harina
- Empaparlo en el huevo
- Fijar el pan rallado
De esta manera la harina secará la superficie de este plato en este caso o el que se quiera empanar en otros, para así conseguir que el huevo se adhiera bien al alimento, haciendo luego una función fijadora con el pan rallado.
De hecho, hay alimentos que son especialmente húmedos o que están cocidos de antemano, lo que hace que el paso de la harina se haga especialmente necesario en este tipo de casos.
La importancia de la harina para más cosas
Además de lo que acabamos de ver, la harina hace que el pescado frito quede sellado en cuanto a los jugos que puede desprender del interior al ser cocinado después a alta temperatura.
Esta es otra función de la harina que también funciona con otros alimentos que tengan la misma condición. Por eso lo más indicado es seguir el orden que hemos visto.
Por otro lado, también gracias a la harina el pescado frito quedará más crujiente, lo que hará que el acabado del empanado tenga una consistencia mejor y una textura agradable, en lugar de quedar húmedo.
Sobre todo este paso de la harina se hace muy importante en pescados congelados, que pueden soltar agua por su condición. Todo esto nos va mostrando la importancia de no olvidar el paso de la harina o de evitar saltárnoslo para ahorrar tiempo o recursos a la hora de cocinar.
El pescado frito: aún más crujiente
Un empanado perfecto es aquel en el que se siente crujiente, en este caso el pescado frito. Vamos a ver algunos trucos que pueden ayudar a que este plato tan apetecible sea aún más delicioso. Lo primero que se puede hacer para ello es mezclar pan rallado tradicional con pan rallado japonés.
Esto hará que se consiga en el pescado frito esa textura que suelen tener los nuggets de pollo o platos como estos. La textura quedará con más aire y crujiente al mismo tiempo, sin esa sensación de mazacote.
Por último, puedes añadir a esta mezcla queso rallado o hierbas secas, para potenciar el sabor y darle un toque especial o sofisticado. Sobre todo si tienes invitados e invitadas, esto puede marcar la diferencia.
 
			