Los tantos de los dos arietes sirven para doblegar al RCD Mallorca (2-1), que se adelantó al comienzo de la segunda mitad con un gol de Abdón Prats
Diez años después, el Real Valladolid disputará los octavos de Copa del Rey. El Pucela venció al RCD Mallorca (2-1) en un partido que bien pudo acabar en prórroga y en el que, pese a la insulsa primera mitad, hubo tiempo para la sorpresa con un penalti fallado por Cop y otro golazo de Daniele Verde.
Pese a la ventaja cosechada en tierras baleares, los blanquivioletas saltaron al césped del José Zorrilla con el firme propósito de no ceder el dominio del balón. El plan triunfó desde el pitido inicial: los de Sergio llevaron el peso del partido, haciendo gala de una presión alta que impidió a los de Vicente Moreno sentirse cómodos.
Especial incidencia tuvo la banda derecha, con un Apa que, pese a su debut, no se achantó y dejó varios detalles de la calidad que viene demostrando en las categorías inferiores, la misma que le ha permitido dar el salto al primer equipo sin importar su juventud.
El Pucela trataba de finalizar todas las jugadas, aunque sin demasiado acierto. Así, la primera ocasión — un cabezazo de Cop a la salida de un córner– se fue desviada. Un final parecido tuvo el primer acercamiento bermellón. Tras una buena jugada individual, Merveil se deshizo de la marca y filtró el pase a Abdón Prats, cuya finalización tampoco fue precisa.
Fueron las únicas ocasiones antes de que el choque entrara en fase de letargo, con mucho juego horizontal y tranquilidad para ambos cancerberos. No fue hasta pasada la media hora de choque cuando Ivi, con un potente libre directo, probó los reflejos de Monteagud, que reaccionó con una espectacular estirada.
El susto sirvió para despertar al Mallorca, que dio un pase adelante y dispusieron de las ocasiones de mayor peligro, al mismo tiempo que el dominio del Pucela se fue diluyendo. Stoichkov avisó con un disparo desviado que sirvió como preámbulo de una jugada colectiva que terminó despejando Anuar.
Los goles, en la segunda mitad
La calma chicha del primer acto dejó paso a la marejada del inicio de la segunda mitad. El Mallorca se adelantó con un contragolpe culminado por Abdón Prats tras un centro desde la derecha de Mervil, que poco después se marchó lesionado. Con ventaja en el electrónico, a los bermellones solo les hacía falta un tanto para pasar la eliminatoria.
Sin embargo, poco les duró la alegría a los de Vicente Moreno, que vieron como Óscar Plano volvía a poner tierra de por medio. En un saque de esquina botado por Ivi, el madrileño remató de primeras con el interior del pie, batiendo a Monteagud.
La igualdad no fue sinónimo de tranquilidad en el José Zorrilla, pues un gol de los baleares era suficiente para forzar la prórroga. Los fantasmas de un pasado demasiado reciente, en los que el Pucela tiraba la renta por la borda, planearon por el feudo blanquivioleta con cada acercamiento a la meta de Yoel.
La grada respiró tranquila cuando el colegiado señaló penalti en una mala salida del cancerbero bermellón, que derribó a Plano cuando trataba de hacerse con el balón. Con todo, la moneda volvió a caer del lado contrario, pues Cop envió fuera la pena máxima, que hubiera sentenciado la eliminatoria. Fue Verde, minutos después, el que con otro golazo dejó visto para sentencia el partido, certificando que el Mallorca es la víctima preferida de sus espectaculares golpeos.
Con el pitido final y un global de cuatro goles a dos, el Real Valladolid festejó que, una década después, volverá a disputar los octavos de final de la Copa del Rey. Los de Sergio ya esperan a su rival, que saldrá del bombo en el sorteo que se celebrará el próximo jueves, 13 de diciembre, a partir de las cuatro de la tarde.