El nuevo lateral blanquivioleta manejó otras opciones, pero barajó siempre como principal la de un proyecto que le atrajo para poder seguir creciendo

No se puede hablar de una vieja aspiración cuando Pedro Porro es un jugador tan joven, aunque casi. Reconoció Miguel Ángel Gómez en su presentación a la hora de darle la bienvenida, que le generaba una alegría y un orgullo especiales porque fue “la prioridad desde la primera jornada” de la campaña pasada, en la que se enfrentó al Real Valladolid. Colmado el deseo de contar con él, en su puesta de largo como blanquivioleta, el director deportivo le dio las gracias “por haber mantenido firme su palabra ante todas las situaciones” que el mercado fue deparando hasta su arribo a Zorrilla.
En palabras del andaluz, “viene a incrementar el nivel de competitividad” y reúne todas las condiciones que él y Sergio González deseaban para la posición de lateral derecho, una en la que deberá vivir un pequeño proceso de adaptación, puesto que en Girona jugaba más como carrilero, hecho que Porro no ocultó. “Tengo que adaptarme al 4-4-2 y mejorar en las tareas defensivas. en el día a día lo intentaré”, confirmó.
El extremeño llega al Real Valladolid atraído por el proyecto, que le parece “fundamental para seguir creciendo” a nivel personal, hecho que puede sonar a que mira más allá de esta temporada, algo que descartó. “Mi cabeza ahora está en el Real Valladolid, en ir a por todas y conseguir el objetivo”, que no es otro que una salvación que no pudo lograr el curso pasado.
Después de superar la lesión que le privó ser campeón de Europa con la selección española sub 21 se encuentra recuperado y “muy bien” de cara a poder participar este fin de semana si Sergio lo estima oportuno. Lo haga o no, viene pensando que puede “aportar mucho”, sobre todo “trabajo, actitud y compromiso”, unos valores fundamentales que ha visto en “la familia” que es el vestuario.
Poco importa ya el letargo del traspaso al Manchester City –con quien el Real Valladolid cerró una opción de compra que Miguel Ángel Gómez no quiso cifrar– y el interés de otros clubes. El gusto “por el proyecto” blanquivioleta y la confianza que vio en él hicieron que no dudase en venir a un equipo en el que se encontrará competencia, pero en el que cuenta con el favor de la dirección deportiva, del entrenador y la afición, que ha recibido su llegada como una buena noticia.
