El Real Valladolid venció en la tanda de penaltis al Sporting de Gijón en el XV Memorial Ramón Losada de Luarca. Javi Guerra volvió a sumar un nuevo tanto en su cuenta de pretemporada.
Cuando la dirección deportiva planifica la pretemporada y los partidos a disputar por el primer equipo en las semanas previas al inicio liguero, la cita que nunca puede faltar es en Luarca y contra el Sporting de Gijón. Así al menos se desprende de las últimas pretemporadas, donde el partido en tierras asturianas se ha convertido ya en un clásico.
El encuentro, con todo, fue diferente a los disputados en las últimas fechas, ya que el equipo rival milita en Segunda, si bien la rivalidad y la historia del equipo asturiano impiden que un partido de estas características sea del todo amistoso, algo que se pudo ver, por ejemplo, en la gran afluencia de público que vio al Real Valladolid estrenar su segunda equipación.
Es, el Sporting, un equipo joven y bien armado, al que dirige un José Ramón Sandoval con mucha experiencia y dotes de gran entrenador, cuestiones que hicieron que el encuentro no fuese nada fácil. En la primera parte el Sporting dominó a los blanquivioleta, que salieron con Mariño; Rukavina, Rueda, Valiente, Peña; Rubio, Sastre; Alcatraz, Óscar, Omar; y Guerra.
El Pucela salió dando una cara diferente, contragolpeadora, igualmente resultona, viendo el juego y el resultado. No fue hasta el minuto 41 cuando Javi Guerra abrió la lata, tras un buen centro de Omar Ramos, gracias al cual el de Vélez-Málaga volvía a ver puerta, lo que siempre es buena señal para el equipo, incluso cuando la hinchada no puede celebrarlo al ritmo de ‘Zombie Nation’.
El segundo acto comenzó con otro remate peligroso de Guerra, que a punto estuvo de anotar su segundo gol. Para entonces, Juan Ignacio ya había dado entrada a Jaime y Baraja en el jugar de Mariño y Sastre. Más tarde, con el resto de permutas, el equipo terminaría con un once formado por Jaime; Alcatraz, Jesús Rueda, Heinz, Bergdich; Álvaro Rubio, Baraja; Rama, Bueno, Quique; y Manucho.
Tras la reanudación se cambiaron las tornas y el Real Valladolid jugó más al gusto del míster, a tener el balón, a dominar y dar prioridad al toque. Sin embargo, en el minuto 65 Bernardo, de cabeza, empataba el marcador para el equipo asturiano, tras un centro de López Garai. Cuando parecía que todo quedaba abocado a los penaltis, Manucho llevó el suspiro a la grada con un disparo cruzado, que no impidió que al final se llegase a los lanzamientos desde los once metros.
La suerte suprema acabó con los vallisoletanos triunfando, aun cuando Alcatraz empezó fallando el primero. La réplica de Jaime, deteniendo el primer lanzamiento asturiano, no se hizo esperar, y Baraja y Álex Serrano, después, se empeñaron en no abrir el marcador. Fue el riojano Alvaro Rubio quien se encargó de hacerlo, con la tranquilidad que le atesora. Un leve intercambio sucedió a su gol, pero no fue más allá del uno a dos, gracias al cual el Memorial Ramón Losada viajó para Valladolid.
El equipo, que regresó a la capital del Pisuerga al final del encuentro, descansará este domingo y volverá a entrenar el lunes en doble sesión para más tarde viajar a Cerdeña (Italia), donde el míércoles se medirá al Calgliari, equipo de la Serie A, en el que será el sexto partido de pretemporada.