El Real Valladolid Promesas está inmerso en un momento clave de la temporada. Los de Javi Baraja se encuentran en una posición más que comprometida a estas alturas y, si bien por momentos han sabido competir con cualquier equipo, han tenido otros de desconexión. El filial blanquivioleta, tras empatar 3-3 contra el Burgos Promesas habiéndose puesto por delante en dos ocasiones, encadena seis partidos sin conocer la victoria y está en posición de descenso.
El equipo, con trece puntos en su casillero, es el decimocuarto clasificado del Grupo I de la Segunda RFEF, pero, ¿cómo ha llegado hasta ahí? Lo cierto es que ha habido varios altibajos en el camino de un conjunto muy joven, con muchas piezas nuevas promocionadas desde el Juvenil A, varias bajas y alguna que otra incorporación. La temporada comenzó de la mejor forma posible, tras vencer en el último minuto a la UD Ourense de Borja Fernández a domicilio, pero a partir de ahí hubo detalles positivos rodeados de inconsistencias.
Desde entonces, el Promesas no ha vuelto ha conquistar los tres puntos en feudo ajeno, y en sus visitas ha llegado a ser remontado hasta en tres ocasiones, contra el Real Oviedo Vetusta, la UD Sámano y el Numancia de Soria. En las últimas semanas, sobre todo ante el Numancia – en la primera parte, hasta que se quedase el conjunto blanquivioleta con uno menos por la expulsión de Sergi Esteban – y el Real Ávila, la imagen ofrecida fue mejor que en anteriores ocasiones, pero no fue suficiente para ganar. La razón: errores puntuales en distintos partidos en la salida de balón que, en esta categoría, penalizan mucho.
Tanto en casa como fuera, el filial del Pucela ha cometido fallos que han precedido a un gol en contra y que, ya fuera en partidos en los que estaba haciendo méritos para llevárselo – como en el Adolfo Suárez – o no – como ante el Coruxo -, han provocado que el equipo pierda o no puntúe de a tres. Estas situaciones, sumadas a que, salvo los días del Lealtad Villaviciosa y la UD Sámano, a la escuadra vallisoletana le cuesta mantenerse regular dentro de un mismo partido, han propiciado una gran pérdida de puntos que quizás no era merecida en ocasiones.
Dos partidos para olvidar
Una de las claves para seguir creciendo como equipo y que los jóvenes futbolistas continúen con su formación de la mejor manera posible pasa por hacerse fuertes en casa. Contra equipos muy serios como la Gimnástica Segoviana o el Salamanca CF los de Baraja compitieron, aunque sin premio, a la perfección. Sin embargo, hay otra versión del Promesas ante su hinchada que conviene enterrar cuanto antes. Hay dos fechas de las cuales la plantilla debe aprender para no repetir ese rendimiento. Contra el Atlético Astorga y el Coruxo el equipo se diluyó por completo desde el inicio y no llegó a comparecer.
El calvario a balón parado
Las acciones a balón parado son otro de los deberes pendientes de este Promesas. Además, lo son en las dos áreas. Es cierto que, por perfiles, no cuenta con demasiados líderes en el juego aéreo, pero sí cuenta con jugadores con buena talla que van bien en esta faceta como Aranda, Tomy, Galde – actualmente lesionado – o incluso Arco, quien, a pesar de su estatura, va bien en este tipo de duelos. Es complicado en esta categoría, con jugadores experimentados en ella y, en su mayoría, bastante más mayores, sacarle provecho a la pizarra, pero hasta ahora le ha penalizado más que surtido efecto.
A nivel ofensivo la pelota parada blanquivioleta ha sido prácticamente inofensiva, aunque han sido muchas las vías que se han buscado para lograr hacer daño, ya sea con la búsqueda directa del área o en corto. En la última fecha contra el filial del Burgos Aranda consiguió ver puerta de esta manera en el 2-3 que, finalmente, no sirvió para lograr el triunfo en el derbi.
De hecho, en el ámbito defensivo el resultado se vio condicionado por dos acciones que se han repetido en otras fases del curso en este tipo de jugadas. El Real Valladolid Promesas ha recibido varios goles a balón parado con envíos al corazón del área en los que los contrincantes han logrado rematar. Por lo general estas ocasiones han venido precedidas de fallos en el marcaje que aún no se han conseguido erradicar.
Dos citas clave para el Promesas antes de acabar el año
El objetivo actualmente es claro: salir de los puestos peligrosos antes de la llegada de 2026. Para ello tiene por delante dos partidos que, precisamente, son contra otro filial, el del Racing de Santander, y contra el Langreo, dos equipos de la parte baja de la tabla clasificatoria. De hecho, es el Rayo Cantabria el que, igualado a puntos con el Promesas, ocupa el puesto de play-out, mientras que la escuadra asturiana es decimosexta.
🆕🗓️💜 Últimos horarios de la primera vuelta para el #RVPromesas
✈️🆚 @UPLangreo (20/12, 18.00h)
🏡🆚 @DeporCanteira (4/1, 12.00h) pic.twitter.com/mHLeJxyvp2— Cantera Real Valladolid (@RVcantera) December 9, 2025