El Real Valladolid ha convertido los seis penaltis que le han concedido; mientras que le han pitado cuatro en contra

Foto: Ángel Becerra
Si hay algo que es este Real Valladolid es goleador. Después de once jornadas trascurridas, los blanquivioletas han marcado veintitrés goles y son el equipo que más veces ha perforado la portería de los rivales, con cinco tantos más que el Granada, segundo conjunto que más ha marcado. Ese dato supone que a estas alturas y de media, los hombres de Luis César consiguen más de dos goles por partido (exactamente 2’09).
Analizando la naturaleza de los goles, salta a la vista, por encima de otros datos, cuántos de ellos han sido de penaltis. En las once jornadas donde se han logrado veintitrés tantos, cinco de ellos han sido desde los once metros, es decir, un 21’73%.
Cerca de un cuarto de los goles fueron de pena máxima, ya que los pucelanos han conseguido transformar todos los que el árbitro les han pitado en liga. Por partes, en el choque frente a la Cultural Leonesa Mata sufrió una infracción en el área que él mismo transformó; minutos más tarde, el madrileño recibió otra falta, pero el penalti lo marcó Pablo Hervías.
En Almería, Ángel García cayó en el área y Jaime Mata convirtió la pena máxima. Una jornada más tarde, en Zorrilla y ante el Lugo, Ángel volvió a sufrir un penalti que esta vez transformó Míchel. Otro defensa, Kiko Olivas, recibió una falta en el área pequeña que el pichichi transformó en gol para reafirmarse como el jugador de Segunda División que más ha marcado hasta el momento.
Todo lo anterior son estadísticas referidas a la competición doméstica, pero en la Copa del Rey también han tenido protagonismo los penaltis. En los tres choques disputados del ‘torneo del KO’, los blanquivioletas de la denominada ‘segunda unidad’ han marcado siete tantos y uno de ellos ha sido de pena máxima. Fue en la goleada del Real Valladolid a la Cultural y Deportiva Leonesa en septiembre que supuso el pase a dieciseisavos de final. El conjunto de Luis César ganó por 0-4 al de Rubén de la Barrera, pero el marcador tardó en abrirse. Y lo hizo Antonio Cotán, quien inauguró su propio contador, desde los once metros al transformar un penalti que sufrió Ángel.
Haciendo un repaso general a los goleadores explicados anteriormente, de los seis penaltis pitados a favor en el cómputo global, tres de ellos los ha marcado Jaime Mata (de los diez goles que lleva hasta el momento). También han visto puerta desde los once metros Hervías, Cotán y Míchel. Precisamente, llama la atención que fuera el valenciano el que tirara el primero de ellos ante el Lugo, más si cabe cuando el ‘9’ blanquivioleta pelea por estar el primero en la clasificación del pichichi. La explicación es muy sencilla: los dos se llevan muy bien, la rotación para este tipo de balón parado es algo que está hablado dentro del vestuario y que Luis César prefiere que así sea para que los rivales lo tenga más complicado y nadie se ‘queme’ en ese aspecto.
Un equipo que también recibe desde los once metros
Decíamos antes que el Real Valladolid era equipo goleador, pero por desgracia también es equipo goleado. Diecisiete tantos en contra hasta el momento, lo que le convierten en el tercer conjunto que más tiene que recoger el balón de su portería, por detrás de Córdoba y Cultural Leonesa. En la misma disección que en el apartado anterior, tres de los goles encajados han sido desde el punto de penalti (el 17’65%) y todos ellos han sucedido en liga.
Para empezar, el Real Valladolid recibió el primer penalti en contra ante el Sevilla Atlético y lo cometió Luismi; bien es cierto que el post-partido dejó dudas sobre la localización del mismo, puesto que podría haber sido una falta fuera del área y no dentro. Independientemente de dónde fuera, el árbitro consideró que era pena máxima y Carlos Fernández la transformó. Un par de semanas más tarde, Antoñito hizo penalti en el Reino de León, pero el exblanquivioleta Rodri Ríos lo falló o, mejor dicho, Masip logró atajarlo.
Contra el Rayo Vallecano, Iban Salvador repitió la historia, pero Raúl de Tomás no erró la oportunidad de marcar a su exequipo. Ante el Lugo, el hispano-guineano escribió el mismo guion y Polaco no desaprovechó la ocasión para poner distancias en el marcador. Hasta el momento, a los árbitros no les tiembla el pulso a la hora de señalar el punto de penalti, lo que está claro es que a este Real Valladolid se le está dando bien este tipo de balón parado y, de momento, tiene más acierto que sus rivales.
			