El autor del mejor no gol visto recientemente en Zorrilla jugará el play-off de ascenso a la Segunda División B con el Unión Adarve madrileño después de disputar unas semifinales de la Copa Libertadores en Bolivia
 La Segunda División B y la Tercera apurarán la temporada buscando los tan ansiados ascensos mediante unos play-off que disputará el Real Valladolid Promesas por primera vez en su historia y que a otros les servirá para tratar de recobrar una categoría perdida o anhelada. En el grupo madrileño, este será el caso del Unión Adarve, donde milita un exblanquivioleta como es Jose Capdevila, el autor del mejor no gol visto en Zorrilla en los últimos tiempos. A sus 39 años, podría volver a la división de bronce unos meses después de retornar de Bolivia, a donde se marchó en 2013.
La Segunda División B y la Tercera apurarán la temporada buscando los tan ansiados ascensos mediante unos play-off que disputará el Real Valladolid Promesas por primera vez en su historia y que a otros les servirá para tratar de recobrar una categoría perdida o anhelada. En el grupo madrileño, este será el caso del Unión Adarve, donde milita un exblanquivioleta como es Jose Capdevila, el autor del mejor no gol visto en Zorrilla en los últimos tiempos. A sus 39 años, podría volver a la división de bronce unos meses después de retornar de Bolivia, a donde se marchó en 2013.
El volante zurdo llegó a Valladolid hace casi quince años, después de brillar durante dos temporadas consecutivas en el Pontevedra, la segunda de ellas, en la Segunda División. Vestido de granate marcó nueve goles, uno de ellos al que luego sería su equipo, en un partido que ganó él solito, en el vetusto y todavía no rehabilitado Pasarón. Si bien Javi Rodríguez y Charles rubricaron la goleada, lo cierto es que nadie le hizo sombra: asistió en el dos a cero y enloqueció a los de Sergio Kresic haciendo valer el apodo de ‘Crackdevila’ que se había ganado ya a orillas del Lérez.
Pese a los nubarrones que se cernieron sobre el Pucela en su primera temporada de blanquivioleta, en la que el equipo debió luchar por evitar el descenso a Segunda B hasta prácticamente el final de la competición, su rendimiento fue alto, marcó seis goles a los que sumó cuatro la campaña siguiente, la del ‘Real Valladolid de los récords’, a pesar de la pujanza de valores salidos de Los Anexos como Álvaro Antón y Asier Arranz. Junto a regates imposibles varios, dejó alguna delicatessen como una rabona ante el Polideportivo Ejido que quizá sea, junto a la ruleta de Zidane, el mejor no gol que ha visto el José Zorrilla.
La llegada de Jonathan Sesma, ya en la máxima categoría, así como una serie de circunstancias personales, mermaron su protagonismo y provocaron su salida en el mercado invernal, cuando seguramente le quedaban aún por hacer algunas gambetas inimaginables incluso en la máxima categoría. En el Real Murcia militó dos años y vivió otro descenso, inmerso el club en una serie de problemas que aún arrastra. En Xerez sí, consiguió el gol de rabona que había imaginado aquí. Un curso después de firmar por el Huracán de Valencia, recibió la llamada de Miguel Ángel Portugal, quien había sido su entrenador en el juvenil del Real Madrid y quien le invitó a emprender rumbo a Bolivia.
En las filas del Club Bolívar, el más grande del país, vivió momentos históricos en lo personal y para la entidad, gracias a la consecución de varios títulos (del último, el Clausura, se cumplió este domingo un lustro) y a que consiguió marcar donde muchos españoles sueñan pero muy pocos han podido hacerlo: Maracaná. Si ya de por sí resulta inaudito, más lo es el que el tanto lo anotara con la derecha, pero sí, lo hizo. Silenció uno de los templos mundiales más respetados en el mundo del fútbol marcando al Flamengo en el debut de Xabier Azkargorta como técnico de ‘La Academia’. Fue uno de tantos partidos para la gloria, puesto que, rizando el rizo, la celeste alcanzó las semifinales de aquella Copa Libertadores, en la que solamente San Lorenzo de Almagro, a la postre campeón, les hizo doblar la rodilla.
En ese Bolívar, uno de los mejores de toda la historia, compartió vestuario con William Ferreira y se convirtió en ídolo. Antes de volver a España, militó en Sport Boys, donde volvió a jugar para ‘El Profe’ Azkargorta. Después del cambio de rumbo del club, derivado de unos problemas económicos, volvió a España, donde ha continuado su extensa formación (es licenciado en Dirección y Administración de Empresas y titulado como director deportivo y entrenador); a Madrid, donde aún juega. A sus 39 años, hoy es un ‘lobo’ del Unión Adarve, con quien tratará de conseguir el ascenso a la Segunda División B al tiempo que entrena en categorías inferiores.
 
			