Seguro que, al hacer la maleta de cara a las vacaciones (sobre todo las de verano, cuando solemos irnos de viaje durante un periodo de tiempo más largo), sufrimos bastante al plantarnos delante de nuestro armario y tener que elegir qué nos vamos a llevar y qué dejaremos en casa, muchas veces pecando y metiendo ropa que casi al 100% no nos vamos a poner o que ni siquiera nos haría falta. Es por ello que la experta en organización María Leaniz ha desvelado el truco que ella emplea para hacer su equipaje sin tener que sentarse encima y cruzar los dedos para que la cremallera cierre (y no explote).
Los consejos que ha dado esta experta son que cojamos una maleta más pequeña de lo creemos que necesitaremos y que, además, dejemos el 10% de la misma siempre libre. Esto puede parecernos una contradicción, pero la explicación radica en que, al reducir el espacio disponible, nos obligaremos a nosotros mismos a ser más selectivos y evitar llenar el equipaje con los “por si acasos”.
Y es que al final, el intentar ser un poco más minimalista no solo nos permite llevar solo lo que nos vamos a poner, sino que también nos permite llevar un equipaje mucho más ligero y, por lo tanto, más cómodo a la hora de llevarlo de un sitio a otro sin arrastrar peso innecesario. Tal y como dice esta experta, la mejor maleta no es la que más cosas lleva dentro, sino la que mejor se adapta a las necesidades de la persona y del viaje que va a hacer.
Elegir la maleta adecuada (y no morir en el intento)
Tal y como ya hemos mencionado, una de las decisiones más importantes antes de hacer la maleta es, precisamente, elegir qué tipo de maleta llevar. Es cierto que las maletas rígidas ofrecen mayor protección, sobre todo para viajes en avión, pero las flexibles ganan en versatilidad y capacidad de adaptación, pero claramente, todo esto depende del destino, la duración del viaje y tus planes.
A la hora de preparar el equipaje, hay ciertos básicos que no pueden faltar en ninguna maleta, tales como medicación, cargadores, gafas, ropa interior y prendas adecuadas al clima y las actividades que vayas a llevar a cabo, como por ejemplo un bikini o un bañador si vas a ir a la playa o a la piscina. En cambio, los objetos que se meten por si acaso suelen ocupar espacio sin llegar a utilizarse, por lo que uno de los primeros pasos para evitar esta situación es elaborar una lista antes de empezar a llenar la maleta.
María Leaniz recomienda seguir la regla del “3 por 1”, lo cual quiere decir que por cada pantalón o falda, metas tres partes de arriba combinables. Y si tienes acceso a lavadora en destino, mejor aún, ya que podrás reducir aún más el contenido de tu maleta sin renunciar a variedad.
Las claves para hacer que todo quepa en tu maleta
Lo más importante es el orden, por lo que es importante colocar los objetos más pesados en la base de la maleta, ya que esto ayuda a estabilizarla y, si vas a hacer varias paradas (como pasa en las rutas), pon lo que necesitas primero en la parte superior. Y en cuanto a la forma de doblar la ropa, hay varias opciones y, si bien el método “rollito” es de los más populares porque permite aprovechar mejor el espacio, lo cierto es que muchas personas están volviendo al doblado en capas, ya que les es más fácil para visualizar las prendas de ropa.
También podemos optar por los organizadores de maleta, es decir, esas bolsitas con cremallera que permiten clasificar la ropa y que se han convertido en uno de los imprescindibles de muchos viajeros. Eso sí, María advierte que conviene no abusar de ellos, ya que también ocupan espacio y pueden dificultar el organizar objetos más irregulares, como un secador o una plancha de pelo.
 
			