308 días. Podría ser el título de una película o de una canción, pero no. Son los días que lleva el Real Valladolid llevaba sin ganar fuera de casa, hasta que logró romper esa racha el pasado viernes en Castalia. Desde el 18 de octubre de 2018 no sucedía esto. En aquella fecha, el Pucela de Paulo Pezzolano logró los tres puntos en Mendizorroza ante el Alavés. Desde entonces, no solo no logró volver a ganar lejos de Zorrilla, sino que ni siquiera volvió a puntuar.
El Real Valladolid llegó a encadenar catorce derrotas fuera de casa
La temporada pasada fue un cúmulo de registros negativos. Los encuentros fuera de casas no se quedaron atrás en esta dinámica. Tras aquella victoria en en País Vasco, el Real Valladolid no volvió a rascar ni siquiera un solo punto de sus visitas. En total fueron catorce los partidos que disputó el conjunto blanquivioleta a domicilio, contando los catorce por derrota.
Osasuna, Getafe, Las Palmas, Girona, Espanyol, Villarreal, Rayo Vallecano, Athletic Club, Valencia, Real Sociedad, Atlético de Madrid, Real Betis, Mallorca y Leganés vencieron en sus respectivos estadios a un Pucela que los visitó con tres entrenadores diferentes: Pezzolano, Cocca y Álvaro Rubio. Los números, ademas, fueron muy preocupantes, ya que en esos catorce duelos el Real Valladolid solo anotó diez tantos y encajó 41.

Entre estas jornadas destacan negativamente tres: ante el Athletic Club, el Real Betis y el Villarreal. Contra la escuadra bilbaína, en el estreno de Álvaro Rubio como entrenador definitivo del primer equipo, el conjunto blanquivioleta cayó con un contundente 7-1. Frente al equipo verdiblanco se consumó el descenso tras recibir otra goleada por 5-1 y en La Cerámica, con Cocca a los mandos, también se perdió con 5-1 en el marcador y con una pelea en los vestuarios incluida.
Por tanto, la victoria en Castalia es mucho más valiosa si cabe al conocer todo el contexto que hay detrás y el camino reciente del Real Valladolid. Mentalmente, el equipo se encuentra en plena reconstrucción y los resultados obtenidos en el inicio liguero son propicios para ello. Los de Guillermo Almada, tal y como afirmó tras el encuentro ante el Castellón Juanmi Latasa, veían necesario cambiar el chip a base de trabajo – más allá de tratar de dar con la clave en los movimientos del mercado -.
La victoria en Castalia, de suma importancia para la plantilla
Otro de los detalles a destacar fue la forma en la que el Real Valladolid fue capaz de llevarse los tres puntos en su primer partido a domicilio de la temporada. Porque no solo el hecho de ganar fue importante para la plantilla, sino también la manera de hacerlo. El Castellón era un equipo que se sabía complicado antes de enfrentarlo, con un gran volumen ofensivo en su juego y con perfiles difíciles de contener, como Álex Calatrava.
En definitiva, para ganar, había que sufrir. Y así fue. Ante las arremetidas del conjunto orellut, el equipo al completo se implicó en defensa y no escatimó en esfuerzos. Alejo, de nuevo en el lateral derecho, llevó a cabo un gran trabajo en esta faceta, pero otros, incluso sin encontrar buenas sensaciones, como Amath, también se unieron a la causa para mantener el resultado.

Fue una victoria coral en la que, con sus armas, el Real Valladolid fue fiel al plan de partido ante un equipo que iba a ser protagonista con la pelota y demostró personalidad y oficio. A pesar de la juventud y del precedente del año pasado, el club blanquivioleta da pasos hacia adelante en una categoría muy larga y en la que habrá distintos momentos y situaciones que hay que saber afrontar. Por ahora, son seis puntos de seis posibles los que Almada y su plantilla han logrado. Esto es cómo acaba y no cómo empieza, pero era muy importante poder firmar un inicio así.
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Las de anoche en Castellón. pic.twitter.com/08R7vgYGWd— Real Valladolid C.F. (@realvalladolid) August 23, 2025
 
			