Real Valladolid y Getafe se miran a la cara este domingo para poder calibrar sus fuerzas en la jornada 30 de LaLiga. Y la realidad es que, a comienzos de la presente campaña, podía parecer que las fuerzas de uno y de otro podían estar más cerca de lo que finalmente está siendo. Los problemas del Getafe y del Valladolid para componer una plantilla competitiva para Primera División quedaron disipados por la facilidad de Bordalás para componer una sinfonía inesperada con unos mimbres muy limitados. Al contrario que el Valladolid, el Getafe cosió ya un plan para quedarse en LaLiga e incluso para soñar con la tranquilidad… o algo más.
Bajo la atenta mirada de Quintero Suárez, árbitro designado a la contienda, se enfrentarán Valladolid y Getafe en un duelo oficial que será el 25º entre ambos equipos, poco acostumbrados a medirse hasta bien entrado el S. XXI, por no coincidir de manera regular en Primera División hasta esos años en los que el Getafe abandonó definitivamente las competiciones inferiores y se asentó con regularidad en la élite del fútbol español. En el plano general, diez partidos jugados entre pucelanos y azulones, con ventaja para el Real Valladolid por nueve a siete, con ocho empates entre medias.
Real Valladolid – Getafe, un encuentro muy moderno
No se puede decir que Real Valladolid y Getafe sean enemigos habituales. De hecho, hasta la 2002/03, en dieciseisavos de final de Copa del Rey, no se enfrentaron en partido oficial. En la trayectoria del equipo del sur de Madrid, muchos años por debajo de la Primera División, eludiendo una cita que, en campeonato liguero, no se dio hasta la 2007/2008, temporada en la que ambos equipos coincidieron en la máxima categoría. Fundado en los años setenta, el Getafe no subió a Primera División por primera vez hasta la 2004/05, temporada en la que Quique Sánchez-Flores cogió el equipo ya en primera tras hacer historia con Uribe en Segunda División.
Desde ese primer partido liguero, en la vuelta del Pucela a Primera División y con el siempre querido Mendilibar en el banquillo, el Valladolid ha sabido mantener a raya a un Getafe que en los últimos años ha visto cómo el Real Valladolid se ha impuesto. En sus últimos cinco encuentros, solo una victoria del Getafe, la más reciente, un empate y tres victorias blanquivioletas, en las que se incluye un amistoso a mitad de temporada en noviembre de 2022 que se saldó con victoria para el Pucela. En los dos oficiales restantes, victoria local del Valladolid por dos goles a uno en marzo de 2021 y la solvencia mostrada fuera de casa en la remontada de la 2022/23 ante el getafe en el Coliseum, con goles de Sergio León (ya había marcado de penal) y Óscar Plano en un encuentro que acabó con un dos a tres favorable al equipo vallisoletano.
Bordalás, entrenador del Getafe, muestra su “máximo respeto” a un Real Valladolid al que aún no da por desahuciado
✍️ @JesuDominguez
Bordalás, sobre el Pucela: “Para ellos es una auténtica final”https://t.co/wnEQgr2nd4— Blanquivioletas (@Blanquivioletas) April 5, 2025
Completar la mirada entre ambos en LaLiga 2024/25
En la última cita, correspondiente a la actual campaña 2024/25, el Getafe se llevó el premio de los tres puntos en casa con un resultado favorable de dos goles a cero frente a los pucelanos. En noviembre de 2024, a las 21:00 horas y en el Coliseum, los goles de Álvaro Rodríguez y Nyom asentaron una nueva derrota en la difícil trayectoria pucelana durante esos primeros meses de LaLiga, en la que los rumores de salida de Pezzolano cada vez eran más fuertes y no se atisbaba demasiadas salidas desde una plantilla claramente inferior a lo esperado.
“Para ellos es una auténtica final”, comentaba Bordalás en la rueda de prensa previa a este nuevo encuentro entre ambos en Zorrilla. Y no le falta razón al técnico andaluz, puesto que el Valladolid no debe dar un solo paso atrás si de verdad conserva la esperanza de afianzarse en LaLiga y al clavo ardiendo de una salvación cada vez más lejana. Pasa por este nuevo partido en casa, en el José Zorrilla, un estadio que sigue apoyando a los suyos pero al que cada vez le cuesta más conservar la sensación de que esta guerra tiene aún un posible final feliz para el Real Valladolid.
 
			