Las trayectorias de oscenses y vallisoletanos han sido muy similares a lo largo de la competición; irregulares, rozando el descenso en alguna ocasión, pero también pisando play-off

La Liga 1|2|3 es muy larga y aún quedan catorce jornadas que a buen seguro serán decisivas, pero si se tuviese que buscar un equipo con quien comparar al Pucela este año, ese podría ser la SD Huesca.
Castellanos y aragoneses se verán las caras este próximo domingo con el mismo objetivo: no perder la estela de los equipos que están en play-off. Si bien es verdad que el Huesca está a seis puntos del Oviedo, equipo que ocupa la sexta plaza, una victoria oscense supondría superar al Real Valladolid en la clasificación y, a buen seguro reducir esa diferencia. Para el Pucela más de lo mismo; ganar supondría dejar en la cuneta a conjunto oscense y volver a ver más cerca la posibilidad de llegar a la sexta plaza.
Pero para llegar hasta este punto, blanquivioletas y azulgranas, que solo están separados por tres puntos, han realizado una campaña muy parecida, aunque a la vez muy distinta.
El Real Valladolid empezó la temporada sin conocer la derrota en las tres primeras jornadas, mientras que el Huesca hizo lo contrario; solo un punto de nueve posibles. Después llegan las cinco derrotas consecutivas del Pucela que llevan a los de Paco Herrera a quedarse al borde de los puestos de descenso, pasando de ser cuartos a decimoctavos. Una jornada antes de que el Real Valladolid caiga a esos puestos, en la jornada seis, el Huesca si que ocupa uno de esos lugares marcados en rojo, pero fue un punto de inflexión.
El conjunto dirigido por Anquela inició ahí su ascenso y llegó a posicionarse quinto clasificado –jornada 12–. Para entonces, el Pucela ya había despertado e iba para arriba. Con un inicio muy similar, aunque totalmente contrario, unos empezando bien y yendo a menos y los otros de menos a más se llegó al ecuador de la primera vuelta con ambas escuadras bastante igualadas en la competición.
De la jornada once a la veinte, los oscenses se mantuvieron prácticamente siempre por encima de los blanquivioletas. Sin embargo, del mismo modo que al Pucela le entró la pájara al inicio ligueron con esas cinco derrotas seguidas, al Huesca le llegó la misma a partir de mediados de noviembre; desde la jornada 15 hasta la 24 los aragoneses solo consiguieron una victoria, sumando ocho puntos de los treinta en juego.
Esa mala racha permitió al Real Valladolid superar a su rival de este domingo que, hace apenas tres semanas, volvió a recuperar la victoria con un triunfo después de tres empates y tres derrotas. Esa victoria del Huesca en Córdoba tuvo su continuidad en casa contra el Sevilla Atlético y con un buen empate en el Martínez Valero la semana pasada.
Pese a que el Huesca se sitúe por detrás en la tabla, cabe mencionar que, si no se cuentan las primeros partidos en los que una victoria te colocaba entre los primeros y una derrota entre los últimos, los de Anquela han estado más tiempo entre los seis primeros de lo que lo ha hecho el Real Valladolid; tras la jornada cinco los blanquivioletas han ocupado esas plazas tres veces por las cinco de los azulgranas.
Así pues, dos equipos que han pasado rachas buenas y malas, que se han visto arriba y abajo, que han experimentado la presión de verse entre los cinco últimos y la de encontrarse entre los cinco primeros, se enfrentarán este domingo en El Alcoraz. Dos equipos tan parecidos que, si se hace la media de las posiciones que han ocupado a lo largo de la temporada, serían novenos los castellanos y décimos los aragoneses.
