Si buscas una receta original para este Halloween, los buñuelos de calabaza son la respuesta perfecta, y es que no solo son fáciles de preparar y tienen ese aire tradicional que recuerda a la infancia, sino que además, su forma redonda y dorada encaja de maravilla en una bandeja para quienes llaman a la puerta con el clásico “truco o trato”. Por eso, si lo que quieres es sorprender este Halloween y no dar las típicas “chuches” que puedes comprar en cualquier supermercado o kiosko, estos buñuelos te quedarán de miedo (y nunca mejor dicho para la época) y harán que tanto niños como adultos disfruten de un dulce casero diferente.
Pero hacer algo distinto y llamativo no es lo único por lo que puedes probar a hacer estos buñuelos de calabaza, sino que además no tienes que ser un experto en repostería o un cocinillas para conseguir unos resultados que dejarán a todos con la boca abierta o babeando al verlos, ya que solo necesitas unos ingredientes básicos y un poco de cariño para hacer que la noche de Halloween sea un poco más especial que de costumbre.
La calabaza, el alma de la receta perfecta para este Halloween
La protagonista indiscutible de esta receta de Halloween es, cómo no, la calabaza, ya que no solo aporta ese color anaranjado que tanto asociamos a esta fiesta, sino que también da una textura suave y un sabor dulce que se equilibra muy bien con las especias. Y es que cocida y triturada, se convierte en la base perfecta para una masa que es, a la vez, esponjosa y ligera; además de que le podemos añadir un toque de canela o nuez moscada, lo cual nos va a recordar inmediatamente a esta terrorífica festividad, pero con regustillo al otoño que tanto nos gusta.
Además, trabajar con calabaza es, básicamente, la tradición de esta fiesta, ya que en muchos hogares, vaciarla y tallarla con las típicas sonrisas desdentadas para iluminarla con una vela por dentro es prácticamente un ritual que toda la familia hace juntos. Así que, aprovechar la pulpa de esta hortaliza para hacer unos buñuelos es como “matar dos pájaros de un tiro”.
La masa y la fritura son el secreto de unos buñuelos “de miedo”
El objetivo principal de esta receta es conseguir una masa ligera y bien aireada, para lo cual es muy importante que mezclemos la calabaza con harina y huevos poco a poco, hasta lograr una textura que no sea ni demasiado líquida ni demasiado espesa. A continuación hay que dejar reposar la masa antes de comenzar con la fritura, ya que de esta forma conseguiremos que todos los sabores se integren correctamente y que los buñuelos queden tiernos por dentro pero con ese color dorado tan característico por fuera.
Pasando ya a la fritura, como en toda receta tradicional, es necesario que el aceite esté caliente, pero no en exceso, para que los buñuelos no se quemen por fuera y queden crudos por dentro. Una vez flotan en la superficie y adquieren ese tono dorado, basta con escurrirlos bien y pasarlos por azúcar, teniendo como resultado un dulce que hará las delicias de cualquiera que se acerque a pedir “truco o trato” en este Halloween.
Aunque la receta ya es deliciosa tal cual, el acabado es lo que la convierte en un verdadero éxito de Halloween, por lo que podemos rebozar los buñuelos en azúcar recién molida y, si se quiere, añadir un leve toque de canela, algo que va a hacer que el aroma invada la cocina y la casa. Y si ya queremos impresionar a todos, podemos hacerlos de sabores rellenándolos con crema pastelera, chocolate o, incluso, con mermelada de calabaza.