En Japón ha aparecido una nueva propuesta muy interesante que quizás sea el futuro para solucionar ciertos problemas a los que nos estamos enfrentando en la actualidad y que, por desgracia, dentro de poco será más visible, y es el envejecimiento de la población y el consiguiente colapso de las residencias de ancianos. Y lo han hecho con una propuesta que podría parecer sacada de una película de ciencia ficción, y es nada más y nada menos que con robots cuidadores, algo podría marcar un antes y un después en la forma en la que cuidamos a nuestros mayores.
La alternativa no solo nace por cuestiones tecnológicas, sino por pura necesidad, ya que seguro que muchos lo saben pero las residencias de ancianos son cada vez más caras y muchas de ellas no cuentan con el personal suficiente o adecuadamente formado.
Robots que cuidan y hacen compañía
Lo cierto es que, aunque nos pueda sorprender, estos robots cuidadores que se están probando en Japón no solo realizan tareas mecánicas, ya que incorporan inteligencia artificial la cual es capaz de detener caídas, avisar si ocurre alguna emergencia, registrar las constantes vitales o, incluso, mantener conversaciones y leer cuentos. Es decir, que acompañan emocionalmente a las personas a las que se encuentran cuidando. Algunos de los modelos más avanzados también están diseñados para poder reconocer distintos cambios de humor, detectar patrones de sueño o anticiparse a los primeros síntomas de deterioro cognitivo.
Todo esto es una muy buena noticia ya que podría ayudar a reducir bastante la dependencia que se tiene en la actualidad de trabajadores humanos, los cuales obviamente deben trabajar en turnos, tienen vacaciones o solicitan bajas, algo que no sería necesario en el caso de los robots. Además, su mantenimiento podría resultar más rentable que el gasto que se realiza en una plaza en una residencia de ancianos, los cuales en muchos pueden llegar a superar los 2.000 euros mensuales, cifra que no todas las familias españolas pueden asumir.
Las residencias de ancianos y el cuidado de nuestros mayores
Las residencias de ancianos en España están al límite de su capacidad prácticamente, además de contar con listas de espera que parecen interminables y precios tremendamente elevados, algo que va a seguir siendo una realidad mucho más palpable debido al envejecimiento de la población en generaciones como la del Baby Boom. A esas circunstancias hay que sumarle otras, como la dificultad de encontrar personal cualificado para las residencias de ancianos que quiera dedicarse a ello ya que, a pesar de que la cantidad que supone tener a un familiar en una residencia es muy alta, los trabajadores no tienen precisamente unos salarios elevados, y eso que es un trabajo muy exigente tanto desde el punto de vista físico como emocional.
Debido a esto, soluciones como la que está poniendo en marcha Japón podrían ser el futuro; pero es que no solo el país nipón ha introducido robots en sus residencias de ancianos, ya que Cores del Sur y Singapur están comenzando a probar estas máquinas para vigilar si los pacientes comen correctamente, toman la medicación o simplemente necesitan asistencia. Además, hay proyectos en los que se está tratando de que los robots tengan conversaciones con los mayores de tal modo que se conviertan en una especie de diario para que las personas con demencia no olviden su historia vital.
Todos estos beneficios están muy bien, pero también hay que tener en cuenta el factor del ahorro, punto que no solo se aplicaría al sistema público sino a las familias en general.
Ahora bien, el debate no se ha hecho esperar, ya que todos sabemos (o deberíamos saber) que cuidar no solo implica atender, sino también acompañar, consolar, observar detalles pequeños y, aunque la inteligencia artificial ha avanzado mucho, sigue habiendo un componente humano en los cuidados que resulta difícil de replicar por las máquinas.
 
			