El Real Valladolid se enfrenta al Granada con la esperanza de sumar su segunda victoria y confirmar el cambio en su situación

Tras el parón de selecciones y tras estrenar un casillero de victorias que parecía misión imposible, la Liga regresa para el Real Valladolid con un partido en el feudo del Granada; quinto, a solo dos puntos de la Champions y, sin duda, uno de los que equipos que mayor crecimiento a experimentado en los últimos años: de Segunda a consolidado en la lucha por Europa.
Atrás quedaron los fantasmas de antaño para un conjunto nazarí, que ya no solo cumpla con creces a nivel nacional, gracias a una plantilla que compagina la experiencia de nombres como Soldado o Jorge Molina con la calidad y frescura de Milla o Vallejo, sino que, a día de hoy, encabeza el Grupo E de la Europa League demostrando que, fuera de casualidades, detrás de los resultados hay un gran trabajo y un vestuario tremendamente competitivo.
El Pucela, por su parte, no tiene más que soltar una carcajada cuando recuerda las palabras de Ronaldo anunciando la futura participación europea en un futuro cercano. Los sueños, pues esas palabras todavía se mueven hoy en el terreno de lo onírico, se dan de bruces con una realidad que certifica que los de Sergio González son últimos, a pesar de ese último triunfo ante el Athletic. Seis puntos, los mismos que el Levante y uno menos que Celta y Huesca, que también pelean por salir de una situación peligrosa.
Si bien es cierto que en Valladolid ya han encendido las luces navideñas, la ilusión y la esperanza que suele acompañar a estas fechas se está viendo truncada por un club que no parece remontar. Lo ocurrido la última jornada, empero, podría ser un punto de inflexión o por el contrario un mero espejismo que convierta la inminente llegada de los villancicos en la sinfonía de una película de terror, con el trágico final que muchos vaticinan. Ocurre que, aunque sea absurdo realizar predicciones a estas alturas de curso, la sensación de que el Pucela no convence es mayoritaria en el sector de los aficionados.
González, que lanzó un grito de rabia al escuchar el pitido final en el choque ante los bilbaínos, ha señalado la importancia de esos tres primeros puntos a nivel anímico, lo cual ha contribuido al sosiego durante la pausa en la competición. Ciertos problemas, eso sí, siguen estando presentes, como los que se deducen de los minutos finales de aquel partido, que pusieron el sufrimiento en las carnes de los vallisoletanos, y como el que refleja la lesión de Olivas y las molestias de Janko y Javi Sánchez, de los que el míster ha reconocido no están al cien por cien.
Bien es cierto que el Granada afronta una eventualidad aún mayor en lo que a bajas se refiere. Y es que a inicios de semana eran varios los jugadores que se ejercitaron al margen del grupo o, directamente, ni lo hicieron, lo cual no dejaba de plantear un dilema para el cuerpo técnico andaluz de cara al próximo enfrentamiento. En concreto, en el entrenamiento del martes no se ejercitaron al mismo ritmo que sus compañeros ni Antonio Puertas, que acaba de superar el coronavirus, ni los lesionados Víctor Díaz, Joaquín Marín ‘Quini’, Ramon Azeez, Robert Kenedy y Neyder Lozano. Estos dos últimos son bajas confirmadas, a la espera de que les acompañen otros en función de cómo evolucionen en las próximas horas.
Atendiendo al plantel visitante, el entrenador del Real Valladolid ya ha deslizado la posibilidad de repetir el ultimo once a la espera de repetir el resultado. Masip, de los mejores de esa cita, aspira a repetir titularidad pocos días después de que saltara la polémica por unas contundentes declaraciones de su compañero en la portería, Roberto, al que se le vio bastante molesto por las circunstancias que afronta y que parecen haberle relegado a la caseta de los vestuarios. La nota positiva, en cambio, el magnífico nivel mostrado en su selección por el portugués Jota, flamante fichaje del Pucela este verano y que aún no ha estrenado su nueva camiseta.
En medio de este panorama, el duelo entre granadinos y pucelanos aspira a ser de lo mejor del domingo. A partir de las 18:30 y en el estadio Los Cármenes, dos plantillas sumidas en circunstancias distintas y, a la vista, con objetivos dispares, se verán las caras durante noventa minutos que tendrán a bien animar el fin de semana. Espectáculo para gozar del buen fútbol, si no se es hincha de alguno de los participantes. En caso contrario, toca morderse las unas.
 
			