El entrenador del Real Valladolid Promesas lamentó las circunstancias adversas que están lastrando a sus jugadores pero se mostró animado con que la mejoría continúe y los resultados lleguen

El Real Valladolid Promesas volvió a empatar en casa, esta vez ante el CD Toledo, después de verse por debajo en el marcador una vez más. La sensación fue de que compitió, aunque de nuevo con hacerlo no fue suficiente por la incapacidad mostrada en las dos áreas. Miguel Rivera, su técnico, habló a la conclusión del choque de “asignatura pendiente”, de algo que “vale dinero” y para lo que hay que tener “tranquilidad y experiencia”. “Es donde los rivales nos superan”, lamentó.
“Los rivales apenas necesitan nada [para marcar un gol] y nosotros tenemos que trabajar muchísimo. Por lo menos hemos sido capaces de rescatar un punto a base de ese trabajo ante una plantilla extraordinaria, que tendrá sus problemas, pero está claro para lo que ha sido configurada”, agregó el andaluz, que recordó aquello de que a perro flaco todo se le vuelven pulgas, tras la lesión de Carrascal, la sanción de Marí, los problemas de otros jugadores y hasta una avería que impidió que el campo pudiera ser regado.
A pesar de todo, descartó que tenga “ninguna presión” sobre sus hombros ante una situación que calificó como “muy complicada y muy cruel”, que le llevó a otra amplia explicación.
“Por la falta de experiencia de la plantilla habíamos trabajado para ir formando un once que nos diese un poquito de solidez para competir pronto, pero se nos cayeron cuatro o cinco jugadores. Tienen que encontrar tranquilidad y seguridad; estamos compitiendo y trabajando muy bien y más pronto que tarde van a llegar las alegrías. Llevamos seis puntos en un mes, y si sumamos seis cada mes seguramente vamos a salir de ahí. Vamos a buscar algún resultado positivo y a un poquito más de fortuna. Por trabajo no va a ser”, arguyó.
En esta ocasión empezó con un 1-4-4-2, provocado en parte por la falta de mediocentros. Por las bajas de Marí y Carrascal, tuvo que “improvisar un poco” en el centro del campo, teniendo en cuenta además que Alvarado terminó “tieso” el último encuentro y deben “medirlo mucho para poder optimizarlo”. “Sabíamos que 45 minutos de garantías nos iba a dar”, dijo al explicar el 1-4-3-3 al que pasó en la segunda mitad. “No estábamos canalizando fútbol por dentro; Mario Robles y Javi Pérez estaban trabajando mucho, pero nos faltaba un escalón más“, dijo.
Y como habló de sumar efectivos, aunque queda mucho, fue preguntado por el mercado invernal, aunque no se quiso detener en este tema y emplazó a recuperar cuanto antes a Carrascal y a Mayoral, que van a ser “los mejores fichajes”. “Yo me quedo con la actitud de un grupo de chicos que se está rebelando contra una situación injusta; luego decidiremos dentro del club, pero ahora es el momento de pensar que los que tenemos son los que nos tienen que sacar adelante“, concluyó.
Si el técnico blanquivioleta cree tener bastante con “los problemas” que tiene que arreglar en su equipo y no quiso hablar de la actuación arbitral, por su parte Onésimo Sánchez, técnico del Toledo y ex del Real Valladolid, se mostró contrariado con esta. “En las áreas ha pasado de todo y no se ha visto nada. El penalti a Canario es clarísimo y se ha escuchado en todos Los Anexos; es una jugada determinante, ha sido casi al final. Son circunstancias del fútbol que no nos están beneficiando, pero no es excusa”, confirmó.
A su modo de ver, “a los puntos” fueron más que su rival y pudieron ganar al final por la “endeblez” en el área del rival. “Tiene que mejorar en las dos. Es un equipo difícil que se mueve bien. Ojalá mejore”, deseó, antes de repetir que “si alguien ha merecido ganar es el Toledo” y lamentar la mala fortuna de que el gol del Promesas fuera después de que el rechazo del disparo de Javi Pérez diera en la espalda de su cancerbero.
