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Ni email ni contraseña: así pueden robar tu identidad los ciberdelincuentes solo con una foto de tu Instagram

por Elena
1 de noviembre de 2025
Así pueden robar tu identidad los ciberdelincuentes

Así pueden robar tu identidad los ciberdelincuentes

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Cuando pensamos en el robo de identidad, suponemos que para que este tenga lugar, hace falta que facilitemos una contraseña o que caigamos en uno de los cientos de correos fraudulentos que nos pueden llegar, pero la realidad es que con que un ciberdelincuente encuentre una foto clara de tu rostro en Instagram, tiene material más que suficiente para llevar a cabo este delito. Y es que la Inteligencia Artificial, si bien tiene muchas bondades, puede facilitar y por mucho este tipo de casos, generando documentos falsos e, incluso abriendo cuentas bancarias a tu nombre en cuestión de minutos.

El procedimiento es tan fácil que hasta parece sacado de una película de ciencia ficción, ya que el estafador solo necesita localizar una imagen pública en la red social, utilizar un software especializado y en menos de cinco minutos puede crear una versión digital falsa de ti; por lo que la pregunta ahora no es si tengo posibilidades de que me ocurra, sino de qué puedo hacer yo para evitarlo.

La llave de nuestra identidad digital: nuestro rostro

Durante años nos han repetido que lo más importante para protegernos era tener contraseñas seguras, o que no cliquemos nunca en enlaces sospechosos, pero la realidad es que, a día de hoy, lo que más valor tiene no son un conjunto de letras y símbolos cada vez más complicados, sino nuestra propia cara. Y es que cada vez más servicios utilizan la verificación biométrica, lo que básicamente significa que tu rostro se ha convertido en una especie de contraseña que, a no ser que pases por el quirófano, nunca podrás cambiar. Si alguien accede a él a través de tus redes sociales, el riesgo de suplantación de identidad es enorme.

El problema va más allá de Instagram como aplicación, y esto surge porque muchas empresas recopilan imágenes públicas para entrenar algoritmos de reconocimiento facial, construyendo una especie de base de datos biométrica global, de tal forma que esa foto en la playa o posando con un monumento de fondo, puede terminar en manos de alguien que decida usarlo para robar tu identidad.

Tal y como señala la consultora en inteligencia artificial Lorena Ramos: “cada foto en abierto es un dato biométrico que dejas a disposición de cualquiera”, lo que quiere decir es que es una firma digital única, la cual, en manos equivocadas, funciona como llave maestra para tu vida financiera y personal, ya que en muchas de estas plataformas los procesos están automatizados, lo que significa que no hay una persona real comprobando si la identidad es auténtica.

Blindar tu identidad en Instagram: lo que sí puedes hacer

La solución no pasa por abandonar las redes sociales, sino por aprender a usarlas con cabeza. El primer paso para proteger tu identidad es configurar tu cuenta como privada, de tal modo que evitemos que desconocidos tengan acceso a tu galería completa. El segundo paso es controlar las etiquetas, para lo cual debes activar la opción de aprobar manualmente cuando alguien te etiqueta, porque a veces tu imagen puede aparecer en cuentas de terceros sin que lo sepas.

No menos importante es revisar tu lista de seguidores, ya que a veces solemos aceptar solicitudes de extraños por cortesía o sin fijarnos, pero cada nuevo seguidor puede ser una puerta abierta a quien busque explotar tu información; así que sí, ser selectivo en este caso es una forma sencilla de reforzar la seguridad. Y, por último, piensa antes de publicar. Esa foto perfecta en la que tu rostro aparece nítido puede convertirse en materia prima para un fraude. Publicar menos o hacerlo de forma consciente es también una manera de proteger tu identidad frente a la inteligencia artificial que usan los delincuentes.

En un mundo donde la tecnología avanza a pasos de gigante, tu cara es tu mayor activo digital. Y aunque no puedas cambiarla como una clave, sí puedes decidir cómo la muestras y a quién. Esa es la mejor defensa para que tu identidad siga siendo tuya y de nadie más.

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