El TAD denegó la cautelar solicitada por el Real Valladolid tras la sanción impuesta por Competición y la estimación parcial de Apelación

Foto: Real Valladolid
Serio contratiempo para Miguel Ángel Portugal de cara al encuentro del domingo en El Sadar. Después de la patada a la puerta del vestuario del árbitro que propinó Roger Martí el pasado sábado, el Comité de Competición le suspendió con dos partidos por “conducta contraria al buen orden deportivo”.
Tal y como anunció el Real Valladolid desde el primer momento, hubo recurso ante el Comité de Apelación, que redujo la sanción en un encuentro, según dice la nota publicada ayer jueves por el club, debido a que “la sanción prevista por el artículo 122 [del Reglamento de la RFEF] de uno a cuatro partidos” requiere de una motivación que no viene recogida en la resolución, “y en derecho sancionador solo si se impone la sanción mínima puede dejar de razonarse los motivos” por lo que dicha sanción es elegida.
Continúa la sentencia diciendo que esta es la “única forma de guardar la debida adecuación entre la gravedad de la infracción y la sanción adecuada”. Esta estimación parcial no ha encontrado un mayor amparo por parte del Tribunal Administrativo del Deporte, siguiente instancia a la que recurrió el Pucela.
La entidad blanquivioleta solicitaba al TAD la suspensión cautelar de la sanción impuesta hasta que se pronunciara de manera definitiva. Sin embargo, la solicitud fue denegada, por lo que el delantero valenciano tendrá que cumplir su pena frente a Osasuna este domingo, dejando así mermado un ataque en el que se desconoce si Miguel Ángel Portugal podrá contar con Vincenzo Rennella, entre algodones toda la semana.
