El entrenador del Real Valladolid Promesas no lanza las campanas al vuelo pese a la goleada sobre un CD Mojados cuyo técnico, Jaime Bermejo, destaca como positivo que el encuentro sirve para sumar carga en el plano físico

Con humildad y trabajo. Con eso consiguió golear el Real Valladolid Promesas al Mojados por cuatro goles a cero en el debut del Trofeo Diputación. Así lo cree su entrenador, Rubén Albés, que destacó estos valores una vez terminó el choque. “Hemos estado al nivel que merecía el partido. El rival era de menor categoría, pero había que estar bien, ganar y convencer. Hemos sido superiores desde la humildad, el trabajo y el fútbol“, afirmó.
Aunque el Real Valladolid B había marcado en todos los amistosos previos, había adolecido del acierto que mostró frente al conjunto mojadero. Sin pretender “sacar pecho de nada”, Albés valoró positivamente que su equipo fuera capaz de “hacer daño al rival” a través de distintas alternativas, aunque de momento encuentra déficits a nivel defensivo.
Aunque el envite se embarró en los últimos minutos, en los que estaba “finalizado a nivel de resultado” y el Mojados demostró “que tiene “su orgullo”, ningún accidente pasó a mayores y el filial sigue adelante. ¿En busca de la final? ¿Por qué no? Porque se juega entre las dos primeras jornadas ligueras, podría decirse, algo que “quizá no sea lo más adecuado a nivel de cargas”.
No obstante, el técnico gallego cree que podría servir a los suyos “para competir, que siempre es positivo”. Y, además, podría servirle para seguir dando minutos a los juveniles que vienen participando, con los que se definió “muy contento”. “Se están convirtiendo en uno más, sabiendo que pertenecen al División de Honor, pero entrenando y compitiendo a un nivel realmente alto. Son jugadores del club a los que podemos ayudar a crecer y de los que intentar sacar un el máximo rendimiento. Ojalá puedan tener minutos en el Promesas. Será un síntoma de crecimiento de la cantera“, pondera.
Entre ellos están algunos como Luis Prados o Mito, en dinámica desde el principio, o Abel, que debutó. Sin ser su puesto natural, los dos primeros han llegado a jugar de mediocentros, posición que sí ocupa el tercero. Rubén Albés restó importancia a estas pruebas y, en este sentido, recordó que está a la espera de que Anuar o Renzo puedan competir con el Promesas y ser “buenos compañeros para Rai”, por sus palabras, teórico titular.
Incluso ha testado en esa posición a otros como Manel Royo, no así a Mario Robles, a quien parece considerar defensa central, o a Adrián, descartado y sin minutos. Sobre este, explicó que “se le comunicó al final de la temporada pasada cuál era su situación y no hay marcha atrás; no hay que darle más vueltas”.
Por último, se volvió a referir al colombiano José Luis Sinisterra, con quien está “prácticamente todo finalizado” desde el punto de vista contractual, lo que permitió que volviera a jugar y a rendir a un gran nivel (marcó un gol). Aunque sabe que el tránsfer suele ser un tema “que va para largo” confía en tenerlo a su disposición desde el comienzo de la competición.
“A nivel personal y futbolístico aporta cosas. Ojalá pueda estar con nosotros y crecer en el Real Valladolid. Será uno de esos futbolistas que alterne el División de Honor y el Promesas. Según las necesidades y su nivel estará en un sitio u otros. Dependerá de ellos ganarse minutos en uno u otro equipo”, concluyó, utilizando un plural que engloba también a Juan y Mito, los otros dos jugadores que a priori estarán a caballo entre ambos conjuntos.
Jaime Bermejo, satisfecho con el trabajo físico

El CD Mojados, que ejerce de anfitrión en esta edición, fue la revelación del Trofeo Diputación la pasada campaña al eliminar al Real Valladolid Promesas. Este año no pudo reeditar la sorpresa y cayó ante un rival más rodado como era el blanquivioleta.
Jaime Bermejo, su técnico, sabía que “era muy difícil” y que era “un partido más para trabajar lo físico y la resistencia”, máxime por esa mayor carga del rival. “Son muy superiores, y si se adelantan pronto y concedes otro gol es prácticamente imposible. A nivel resultado había muy poquito que hacer, sobre todo cuando metieron el tercer gol nada más empezar la segunda mitad”, expuso una vez concluyó el choque.
Restó importancia a la derrota, ya que “no deja de ser trabajo de pretemporada” que “a nivel físico viene muy bien” a sus jugadores, y se mostró “contento desde el punto de vista defensivo, aunque en lo ofensivo no”, porque no tuvieron el balón.
Lamentó, en cierta manera, no haber sido capaces de maquillar el resultado, aunque ni siquiera por esto se mostró excesivamente contrariado. “Contra un equipo muy superior y más rodado lo normal es que la diferencia en el resultado sea esta, aunque hubiera estado muy bien que César marcara para que la afición nos hubiera dado un aplauso. Intentaremos regalárselo otro día”, concluyó.
