El ariete suma cuatro goles en los primeros siete partidos, el último este fin de semana, aunque se lesionó en el choque frente al Mirandés B
Siete años después, ‘Rubogol’ regresó al Real Ávila. Este verano, recibió la llamada de Jonatan Prado y no se lo pensó dos veces tanto por él como por el proyecto ambicioso de un conjunto que luchará por volver a Segunda División B. De momento, el ariete ha arrancado bien, con cuatro goles en siete partidos y con mucha confianza.
“He venido con muchas ganas. Aquí en Ávila me guardan cierto cariño, y cuando me llamó Jony no dudé en volver“, admitió y añadió que el 80% de la decisión tiene que ver con su míster: “Siempre he tenido una buena relación con él y gracias a estos primeros meses me puedo reafirmar”.
Sin embargo, en su paso por los micrófonos de #HacemosCantera en Radio Marca confirmó que padece una lesión, aunque todavía no se conoce el alcance. “Iré a Madrid para que me vea un especialista y decidirá si me tengo que operar o no”, informó Rubo. Este contratiempo corta su buena racha, incluso este fin de semana logró marcar el gol de la sentencia.
“Los delanteros vivimos del gol, pero aparte de eso ayudo en defensa y además pude dar una asistencia”, subrayó para demostrar que, más allá del acierto de cara a puerta, también se encuentra bien a nivel de juego. “Me considero un delantero más maduro“, añadió. En lo colectivo, desea que este año, el Ávila logre, como mínimo, llegar al play off: “Tanto la ciudad como el equipo lo merece”.
Además, la plantilla ha mejorado en competitividad. “Es un vestuario equilibrado. Se junta veteranía, que es importante en esta categoría, con jugadores que acaban de terminar juvenil y que vienen con todas las ganas y el fútbol por delante”, explicó. Con esos ingredientes el delantero sueña con volver a Segunda B, liga que ya disputó en su etapa en Asturias, que también recordó con cariño.
Pero es momento de pensar en el futuro, y el de Rubén Blanco pasa por Ávila, si bien vuelve a dejar la puerta abierta a jugar junto a su hermano Dani, que también ha empezado muy bien la temporada. “Me gustaría estar con él. Me puede enseñar muchas cosas y también yo a él, sobre todo con respecto a la madurez en el campo”, bromeó. Por suerte, todavía quedan muchas jornadas para que se sigan dedicando chicharros cuando regresen de sus lesiones, con el gol –otro año más– como apellido.
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