El entrenador del Real Valladolid B dio por bueno el estreno ante el Rayo Cenobia en el Trofeo Diputación, tras el pase holgado a semifinales

El Real Valladolid B es el primer semifinalista del XXIV Trofeo Diputación. Por ello, y por cómo se resolvió el pase contra el Rayo Cenobia, Carlos Salvachúa, su entrenador, se mostró contento en su posterior comparecencia ante los medios de comunicación. “El resultado ha sido abultado”, reconoció en primer término, consciente “de la diferencia de categoría” y de que de haber salido “relajados” el partido “podría haber sido otro”.
“Intentamos hacer lo que trataremos de hacer en liga. Cometimos ciertos errores que tenemos que corregir y que nos podían haber costado un gol, pero el equipo ha hecho lo que hemos pedido”, confirmó.
El encuentro supuso “un amistoso más para continuar engranando” un equipo “prácticamente nuevo” y que necesita hacerse al “nuevo estilo de juego” que Salvachúa y su cuerpo técnico quiere e intentó que sus pupilos desarrollasen. Aunque el objetivo promordial es ese, con todo, el técnico no ocultó que un aliciente es volver a ganar el trofeo dos años después.
Dada la cercanía de la competición, no obstante, lo más importante era acabar sin lesionados, y si bien Montenegro sufrió un golpe con los tacos en el tobillo, “parece que se quedará simplemente en eso”. Por si acaso, hizo varias pruebas de varios jugadores en posiciones que a priori no le son naturales. Y como queda tiempo, aún piensa en la posibilidad de que se produzca alguna incorporación. “Dependemos mucho del primer equipo, de las decisiones de arriba. Veremos cómo se cierra la plantilla”, concluyó.
Por su parte, José López, técnico del Rayo Cenobia, explicó que su equipo llegaba con solo tres partidos y destacó el apoyo que sintió del pueblo, así como que su objetivo para la temporada que está por empezar es mantener la categoría en la Primera Provincial.
