Siempre se ve en el fútbol que hay protagonistas de los que salen en portada. Pero siempre debe haber más. Los otros, los que sostienen el equipo sin pedir cámara, a menudo deben responder, aunque casi nadie los mire. Esos futbolistas secundarios que corren cuando otros posan o los que se dejan la piel con el mismo entusiasmo en un partido intrascendente en LaLiga o en una semifinal de Champions.
En un Barça lleno de adolescentes geniales y veteranos de paso corto, algunos de los menos reconocidos son el pegamento del proyecto. La línea invisible que une el talento con la constancia y la seguridad. Sin ser los que ocupen esas portadas de los periódicos ni las vallas publicitarias, son excelentes piezas de un puzle que solo se entiende completo. Sin ellos, el equipo sufre. Futbolistas que, precisamente en duelos como el que los llevará a Valladolid a jugar contra el Pucela, serán clave para proteger las intenciones del equipo en LaLiga sin descuidar el compromiso clave de una Champions League que, esta semana, está robando todas las miradas.
Con algunos de esos futbolistas que casi nadie menciona tras los partidos pero que siempre están cuando hace falta, deberán seguir un camino en el que en liga y en Europa todavía queda tiempo para celebrar. El Barça de Hansi Flick ha debido madurar a través de esa mezcolanza. Incluso algunas de sus mejores figuras hoy salieron de ese barro y Ferran Torres, Fermín López, Gavi, Éric García o Ronald Araújo son parte de esa categoría: la de los secundarios. Esa que, sin hacer ruido, escribe un papel esencial en este Barça que sueña con el triplete.
Ferran Torres, un secundario de lujo que nunca acabó de irse
A Ferran Torres lo han matado y resucitado mil veces y de mil formas. Un día parecía poder salir, otro era descarte y al día siguiente era titular indiscutible. Y, sin embargo, siempre respondía, en todas las etapas. Esta temporada ha encontrado su lugar partiendo desde el banquillo, quizá el sitio más ingrato del fútbol. Desde ahí, Ferran ha respondido con goles. Y ya son muchos.
Con una eficacia silenciosa y llamativa, casi quirúrgica, el exjugador de Valencia o Manchester City se ha convertido en el escudero de Robert Lewandowski y en el comodín por detrás de Lamine Yamal o Raphinha. Él no se queja, no exige nada y no dramatiza. Entra, presiona, asiste o marca y vuelve a sentarse en silencio. Lo de Ferran no es falta de carácter, sino responsabilidad. Cuando el Barça más lo necesita, como en la final de Copa del Rey en ausencia del ‘9’ polaco, aparece para forzar la prórroga con el descaro que tiene quien no juega por ego, sino por verdadero amor a los colores y a la profesión.

Fermín López, del subsuelo a la cima como una chispa inesperada
Fermín López ha sido el accidente perfecto del Barça. No estaba en los planes que este jugador brillara como lo hace, pero el fútbol no suele preguntar ni pedir credenciales. Este chico salió, tocó cuatro balones y en el quinto ya parecía uno más. Uno de los de casa.
Fermín López, que hace muy poco estaba goleando en el Linares, tiene esa mezcla de descaro y alegría que solo tienen los que aún no han sido domados por la presión ni por la creencia de ser más que nadie. Sus goles y jugadas han llegado cuando nadie los esperaba y cuando más se necesitaban. Tenerlo a mano es para Flick un consuelo, porque sus carreras cuando el equipo ha necesitado esa agresividad han sido aire fresco. Su rol da energía y ha recordado que, a veces, el talento no necesita escaparate sino oportunidad.
Gavi, el alma que siempre empuja
Gavi ha jugado en este Barça incluso cuando las lesiones le han golpeado. Su carácter y su capacidad para sostener la mirada siempre es una muestra ejemplar para quien venga detrás. Él dice que quien dice que no sabe jugar no tiene “ni puta idea” y lo más seguro es que esté en lo cierto.
Basta mirar cómo salta desde el banquillo cuando el equipo marca o cómo sale al campo cuando hace falta. Gavi siempre está. Un futbolista que no descansa, que muerde, que roba y que juega como si se fuera a acabar el mundo en la siguiente jugada. Que el Barça haya logrado llegar tan lejos, hasta ahora con opciones de ganarlo todo, es gracias a lo que representa un futbolista como Gavi.
Éric García, el comodín que nunca se rinde
Pocos jugadores han sido tan discutidos y, a la vez, tan útiles para Flick como Éric García. De ser un defensa central inseguro ha pasado a ser un comodín confiable. El catalán ha jugado de casi todo: Lateral, pivote, central, interior… Y en todo ha logrado arañar el aprobado para seguir mirando adelante.
Y siempre lo han cuestionado. Incluso se le ha dado por perdido, a pesar de regresa desde Girona con una vitola de credibilidad bajo las órdenes de Míchel. Hansi Flick, en cambio, ha sabido leer en sus habilidades. Y ahí sigue, con cara de buen estudiante, de los que siempre tratan de aprobar, aunque sepa que no es el más brillante.
Cada vez que juega, Éric aporta. No es espectacular pero su polivalencia y rectitud en lo que le encomiendan le da al equipo un margen de maniobra interesante. En un equipo limitado a la hora de cubrir todas las posiciones y con el fair play ajustado, eso es oro. Éric tampoco se queja ni alza la voz. Él cumple y espera su siguiente oportunidad.
Lo damos todo, siempre pic.twitter.com/AHwlNDmuvQ
— FC Barcelona (@FCBarcelona_es) April 30, 2025
Ronald Araújo, de estrella a capitán sin brazalete
La de Ronald Araújo es una situación extraña. En tiempos más oscuros, fue la luz al final del túnel en defensa. Su llegada al primer equipo fue como aire fresco en medio de las dudas de un Barça cuestionado. Pero ya no es una promesa. Araújo es un ancla. Incluso sabiéndose ya por detrás de un sorprendente Cubarsí y un caudillo como Íñigo Martínez, el venezolano es una pieza muy valiosa.
Defensor que da tranquilidad cuando es necesario el choque. Sus problemas físicos han obstaculizado el crecimiento de un capitán sin brazalete al que todos escuchan. Pero ha vuelto para ser útil e incluso sumar en varias posiciones. Más fuerte y decidido a ser una pieza dentro del Barça de Flick. Con esa mirada de quien sabe que su equipo lo necesita, Araújo logra ser un líder protegiendo el objetivo sin alardes. En una temporada larga, dura y llena de vaivenes, su figura es clave para que el Barça no pierda el norte ni note las ausencias en una línea vital para asegurar la temporada.
			