La jornada 29 del Grupo I de Segunda RFEF se resolvió con una sola derrota de los equipos de Castilla y León, la del Salamanca, en el derbi contra el Real Valladolid Promesas. Aunque el Real Ávila sigue con su atasco, tanto el Guijuelo como el Numancia dieron un paso adelante en sus aspiraciones con sendas victorias importantes.
Laredo 0-0 Real Ávila
El Real Ávila sumó su cuarto empate en los seis últimos encuentros en casa del colista, el Laredo, en la que acusó la falta de gol. Pudo hacerlo en la primera mitad Adrián Carrión en un saque de esquina directo, que la defensa sacó prácticamente bajo palos, si bien las ocasiones no se repitieron en calidad y cantidad. Aunque los abulenses fueron a más en el juego, adolecieron de esa pólvora, y a pesar del balón parado, que le trajo alguna que otra oportunidad, como un disparo en el tramo final de Mario Rivas, el marcador no se movería.
Guijuelo 2-1 Marino
El Guijuelo obtuvo tres puntos importantísimos en el Municipal Luis Ramos, que le permiten seguir aspirando
a la permanencia, siquiera mediante la vía del play-out, que se sitúa ahora a cuatro puntos. La victoria llegó,
no obstante, con cierta agonía, ya que el Marino de Luanco conseguiría mantener su arco a cero a pesar de las ocasiones. Sería en la reanidación cuando Pana, que ya lo había intentado en el primer periodo, hizo el 1-0, y aunque Isma Cerro empató, un gol en el tiempo añadido de Expósito, a la heroica, dio el triunfo a los chacineros.
Numancia 3-0 Gimnástica Torrelavega
El Numancia despejó la mala racha y volvió a recortarle dos puntos al líder con un contundente resultado de 3-0 frente a la Gimnástica Torrelavega. El acierto de cara a portería volvió a sonreírle a los rojillos, que hicieron el primer tanto a los tres minutos, por mediación de Carlos González. Aunque los cántabros intentaron poner en discusión la pelota y el marcador, un tanto en propia puerta de Alberto, tras un centro del autor del primer gol, sirvió para ampliar distancias antes del marcador. Con el partido más controlado, ya en la segunda mitad, el colegiado vio una mano de un defensor visitante en su área y Alain Ribeiro sentenció desde el punto de penalti.
 
			