No está siendo sencilla la temporada para el División de Honor del Real Valladolid, y sin embargo, está teniendo alguna que otra buena noticia. Una de ellas es Sergio Esteban, un futbolista evolucionado en el primer tercio de temporada gracias a la nueva posición en la que lo ha recolocado Manu Olivas en las últimas jornadas: como mediocentro, y además, ofensivo. El vallisoletano ha ejercido como central durante buena parte de su desarrollo en Los Anexos -incluso en esta misma campaña-, pero es más adelantado como está mostrando crecimiento en las últimas fechas.
Si uno preguntaba años atrás dónde se le podía intuir un porvenir, había voces que en la cantera blanquivioleta daban a entender que este paso se podía dar, y por ahora no ha podido ser más acertado: después de iniciar el año en la zaga, su adaptación a la figura del ‘8’ la constatan los tres goles que lleva, pero también las buenas sensaciones que viene dejando desde que fuera adelantado; el último, contra el Rayo Alcobendas. De hecho, sus tres tantos han aportado en triunfos: ante los madrileños (3-1) y, por la mínima, contra el Burgos CF y contra el Trival Valderas.
En esa nueva posición, Esteban está mostrándose enérgico, vertical y efectivo, no solo por su aportación de cara a portería, sino por las situaciones de peligro que lleva a crear. Explican algunas voces en Los Anexos que “tiene el fútbol en la cabeza”, lo que, unido a su formación, le permite hacer un buen trabajo en el aspecto defensivo, que se añade a ese menos creativo que puede ofrecer con balón, si bien no es este desdeñable. Dado que como central tiene esa capacidad para defender hacia adelante, pues ha crecido en un contexto dominador, en medio lo hace también y es quien lidera la presión.
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El 15 cumpleaños de Sergio Esteban
A decir verdad, en Sergio Esteban siempre ha habido muchas esperanzas depositadas en las oficinas, igual que a menudo ha tenido miradas puestas sobre él desde fuera, por parte de otros equipos que, se dijo en su momento, incluso trataron de abordar su fichaje, caso del Atlético de Madrid años atrás. Sin embargo, ha seguido vistiendo de blanquivioleta mientras un debate se cernía sobre su posición idónea a futuro; sobre si continuaría con su progresión en esa posición de defensa central o si acabaría dando un paso al frente o, incluso -esto formó menos parte de cualquier conversación- como lateral.
Mientras ese futuro se convertía en hoy, el hasta hace poco defensor debutó con juveniles el mismo día que cumplió 15 años, primero que le habilitaba la norma para ello. Lo hizo en el Liga Nacional, del que dio el salto más tarde al División de Honor, con el que se estrenó aún con esa edad, en diciembre de 2023 (él cumple en el mes de abril). Con solo uno más, con 16, se ejercitó por primera vez con el Real Valladolid Promesas, con el que hizo la última pretemporada, ya a las órdenes de un Javi Baraja que, por lo tanto, ya lo conoce bien.
Volviendo a su posición, puede parecer extraño el salto del central al carril del ‘8’, o incluso al pasillo del ’10’, ya que en un par de ocasiones Manu Olivas incluso lo ha colocado unos minutos ahí, a sabiendas de que puede ser el primer defensor gracias a su buena lectura del juego y a sus piernas. Ese físico que le proyecta y su dinamismo son una grata sorpresa, ya que es precisamente su cuerpo lo que razonaba el debate y ha podido motivar el cambio de sitio: no era (es) un perfil de central de una envergadura excesiva, de esas que acostumbran a darse en la élite. Visto lo visto, ni falta que hace…

