El técnico del Real Valladolid reconoce que “ni en los mejores sueños” podía haber imaginado llevar al equipo a Primera cuando firmó a principios de abril

Sergio González es el principal protagonista del ascenso aunque quiera quitarse méritos. El técnico blanquivioleta compareció mientras la ciudad entera celebraba que su equipo es de Primera cuatro años después. “Ni en los mejores sueños lo pensábamos cuando llegamos”, dijo para comenzar un Sergio que no paró de agradecer a los futbolistas el esfuerzo que han hecho, incluso se declaró “un enamorado de ellos”.
También quiso, con el permiso de los allí presentes, recordar que “el fútbol” les “debía una” tanto a Diego Ribera, su segundo, como a él. “Hemos subido, los futbolistas se lo merecían, llevamos un tramo final con muy poco margen error, llegamos exhaustos. Y quiero destacar que todos nos han ayudado una barbaridad, han sido muy importantes jugaran más o menos. Esto es algo para tener en la memoria“, comentó.
En caliente, Sergio afirmó estar “en estado de shock”, pues es su “primer” título como entrenador y lo calificó como una de las “cosas más bonitas” que ha vivido. Sobre todo por la conexión que ha habido desde el primer momento entre el cuerpo técnico y la plantilla. “Si ellos te tienden la mano y están como han estado, si no es imposible. Ha habido un gran feeling y eso es la gran virtud. Hemos acabado mejor de lo que pensábamos”, remarcó.
Dentro de lo deportivo, el técnico del Real Valladolid aseguró que el partido fue “muy difícil” y que les “costó” meterse en él. A su vez, calificó el choque “de trampa” puesto que todo el mundo daba por hecho que el equipo “ya estaba en Primera” sin “haber jugado” el último y definitivo duelo. “Estos días nos daremos cuenta de la barbaridad que hemos hecho“, dijo orgulloso.
