El duelo de este martes frente al Granada podría ser un buen momento para volver a ver en el once al talentoso canterano
Una pregunta sobrevuela el José Zorrilla esta temporada. Se escucha en cada fila de asientos. En cada vomitorio del estadio. Entre grupos de amigos y familiares. Una cuestión que mantiene en vilo a toda una afición. ¿Por qué ya no juega Toni Villa? Algo así escuché en el estreno del pasado domingo ante Osasuna y estoy seguro de que se oirá el murmullo de nuevo esta tarde frente al Granada cuando, espero que no ocurra, el nombre de Toni se mencione con los suplentes. Eso si entra en la convocatoria, porque ya se quedó fuera este fin de semana antes del esperpento en Villarreal.
Sus números esta temporada alarman. Solo ha disputado 19 minutos de los 450 que ha jugado el equipo. El 4 por ciento. Una ruina. No me gusta que esto suceda. Toni adquirió con mérito el papel de joven estrella, de perla de futuro, del canterano que deslumbra con los mayores. No entiendo por qué ahora Sergio ha dejado de contar con él. Y sí, escribo que ha dejado de contar con él porque hasta este nuevo curso Villa siempre había sido un hombre importante en el esquema de juego del entrenador blanquivioleta. ¿Por qué ahora no? ¿Qué ha ocurrido?
Sergio encontró en Toni Villa a uno de los pilares en el ascenso a Primera. El técnico catalán dirigió su primer encuentro con el Pucela un 15 de abril de 2018. Desde entonces, ha disputado ya 52 partidos y Toni ha participado en 38. El 73 por ciento. De los 14 que no ha jugado, ocho se los ha perdido por lesión. Sergio se sentó en su primera temporada en el banquillo 12 partidos, incluidos los cuatro del play-off. Toni Villa, en ese final de temporada frenético, jugó 11 partidos y 10 de ellos como titular.
Con el canterano en el campo, que marcó dos goles, el Valladolid ganó ocho partidos, empató dos y perdió uno. Su posición más frecuente fue la de mediapunta, enganche o centrocampista ofensivo, llámenlo como quieran. En definitiva, por detrás del delantero, en este caso del histórico Jaime Mata. Esa marca ya no existe esta temporada… El 4-4-2 del doble pivote con dos extremos y dos delanteros deja sin hueco a Toni Villa, que bien podría ser esa magia que se exigía en el mercado.
Ya en el segundo curso de Sergio al frente del equipo, con Ronaldo en el palco y con una afición que volvía a recordar como olía la Primera División, Toni Villa llegó a disputar 26 partidos de los 42 del equipo. El 63 por ciento. Algo más de la mitad. Su temporada arrancó de manera brillante. Partió como titular en 15 de los primeros 16 encuentros de LaLiga y aunque en aquella etapa solo disputó los 90 minutos en tres ocasiones, adquirió un papel protagonista regalando dos asistencias en la racha de cuatro victorias seguidas de la que tanto nos acordamos en mayo.
Su debut en Primera se truncó en febrero, cuando una lesión de rodilla le mantuvo ocho partidos en el dique seco. Sin Toni, el Real Valladolid perdió cinco partidos. Tras su recuperación, emergió la figura de Waldo, la gran sensación. De los últimos seis partidos de Liga, se perdió dos y solo jugó uno como titular, ante el Valencia en la última jornada, sin nada en juego. En la mítica victoria en Vallecas no llegó a vestirse de corto.
El Pucela, tras el empate ante Osasuna y la derrota de Villarreal, creo que debería darle una vuelta de tuerca al equipo. Los cambios no son negativos. Míchel, al banquillo. Plano, a reposar. Salisu, paciencia. Y ojalá un “Toni, hoy eres titular” de Sergio. Hoy es una buena ocasión para darle minutos y dejarle jugar al fútbol. Le sobran la calidad y las ganas. Le faltan las oportunidades y la confianza. Vamos, Sergio… ¡Sácalo!